Another Heart Calls

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—Entonces, ¿me estás dejando?—Inquirió la pelinegra incrédula con el ceño fruncido mientras colocaba las manos en su cintura.

—Y-yo...

—Podemos arreglarlo, Nayeon. ¡De verdad podemos! S-sólo necesitamos comunicarnos mejor, conversar lo que no está funcionando y empezar de nuevo, y-yo... ¿Que fue lo que hice mal?—Exclamó Mina sintiendo que la desesperación la abrumaba. Nunca había imaginado que llegaría este momento.—Tenemos problemas como cualquier pareja, ¡sólo debemos superarlo juntas!

—Todo ha cambiado, nada es como antes y lo sabes.—Atinó a responder Nayeon inmóvil con los brazos cruzados y algo cabizbaja sintiéndose la peor persona del planeta. Podía leer cada gesto y sabía que estaba lastimando a la pelinegra.

—¡Podemos hablarlo! Es sólo falta de comunicación...si tu quieres podemos arreglarlo, podemos hacerlo funcionar.—Insistió esperanzada Mina poniendo sus brazos sobre los hombros de la chica. Apenas era consciente de cómo las lágrimas nublaban su vista y empezaban a deslizarse por sus mejillas.

—No, no podemos.—Refutó la presidenta débilmente odiándose cada segundo.—Yo te engañé, Mina.

Myoui se quedó sin habla, solo atinó a separarse torpemente sin poder creer lo que acababa de escuchar. Ella lo había admitido, ella lo había admitido y aunque había estado esperando una semana para poder escuchar esa confesión, sintió su corazón resquebrajándose en pedazos. No quería dejarla, sabía que esa relación no iba a ningún lado, sabía que Nayeon ya no la amaba pero no era capaz de soportar la idea de que la dejara.Quería ser egoísta, necesitaba aferrarse a algo y Nayeon parecía ser el salva vidas perfecto.

"Por favor, no me beses. No lo hagas." Pensó aturdida la presidenta al ver como la Japonesa se acercaba a ella con una expresión turbada en el rostro.

—Podemos arreglarlo, podemos hacerlo bien.—Susurró la pelinegra con lágrimas cayendo furiosamente por sus mejillas mientras acercaba su rostro al de su novia.

"No lo hagas." Suplicó mentalmente la pelirroja al sentir el aliento de Mina chocar contra sus labios.

Mina no se detuvo.

Y no lo haría, porque lo único que Mina quería era olvidar lo que sentía cada vez que se encontraba con su mejor amiga en la misma habitación, necesitaba a Nayeon, necesitaba que la salvara de sus propios sentimientos. Nayeon no fue capaz de alejar a la pelinegra, la forma en la que Mina la había mirado con resignación y desesperación antes de besarla evitó que lo hiciera. Pero en el momento en el que sintió los labios de Myoui sobre los suyos y se dio cuenta de que no eran los de Jeongyeon, supo la magnitud de su error.

Sin importar que Mina tuviese toda la experiencia que Jeongyeon no tenía, la chica rubia no tenía nada que envidiarle a Mina. Jeongyeon la había hecho sentir completa al primer roce de labios.

"¿Por qué ella no puede hacerme sentir igual?"

Mina ansiaba que Nayeon apagara el deseo que Chaeyoung había encendido en su cuerpo al mirarla, quería dejar de pensar en su mejor amiga de esa manera, quería que Nayeon fuera la única cosa en su mente. Quería dejar de sentir algo prohibido por su mejor amiga.

"¿Por qué no pude darme cuenta antes?"

Im sentía claramente como el nudo en su garganta se hacía más grande, no quería esto. De repente ser besada por Mina era lo último que deseaba en el mundo, sintió como la Japonesa le quitaba el uniforme y lo arrojaba al suelo con brusquedad, sintió a la pelinegra besarla demandantemente desahogando la frustración contenida, casi con violencia la mano de la gamer acarició su espalda desnuda y toqueteó su cuerpo vergonzosamente expuesto. Nayeon no hizo nada para alejarla, no fue capaz.

➤Miénteme | 𝑴𝒊𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora