Veintiunavo Capítulo.

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Chaeyoung necesitaba explicaciones, incluso cuando no estaban en absoluto silencio ya que la lluvia no cesaba de repiquetear contra la madera, la joven Son sentía que se estaba ahogando en la densidad del momento. Sí, las palabras eran más que bienvenidas. Al ver que la pelinegra solo era capaz de formar balbuceos incomprensibles decidió tomar la iniciativa y sacar a la chica de su miseria.

—¿Qué es todo esto?—Murmuró bastante orgullosa de haber podido formar una oración completa y con sentido. Estuvo tentada a agregar algo como "esta vez con palabras" pero Mina parecía estar pasándola demasiado mal y ella no quería incomodarla más.

—C-cuando...yo. —Mina se aclaró la garganta nerviosamente. "Contrólate, Myoui". Se regañó mentalmente.—Ayer por la noche n-necesitaba pensar un poco, y cuando menos lo imaginé ya estaba aquí. Subí y fue como si todos los recuerdos de lo que vivimos en este sitio volvieran a mi. Y supe que estaba equivocada, que a pesar de todo no debía estar aquí, que tenía que estar contigo. Así que fui a la tienda por un par de cosas porque quería limpiar la casa, restaurarla y luego tenía que mostrártela pero no iba a hacerlo aún, pensé que cuando acabara todo esto no habría mejor lugar...

—¿Mejor lugar?—Preguntó Chaeyoung acercándose lentamente, estaba hipnotizada por las palabras de Myoui.

—Mejor lugar para...—Murmuró cohibida la Japonesa pero decidió continuar al ver la expresión de adoración y confianza que le regalaba Chaeyoung.—...consumar nuestra relación.

—Mina...—Susurró Chaeyoung agitada por lo que las palabras de la pelinegra le estaban haciendo a su corazón. No era algo muy típico de la nipona, generalmente descarada y sexual pero la delicadeza con la que hablaba al respecto hacía sentir a Chaeyoung conmovida.

—Claro que no iba a ser tan pronto...—Masculló la chica nerviosa al malentender la reacción de Chaeyoung.—Iba a esperar, a que estuvieras lista. Si es que...si es que quieres llegar tan lejos. Claro, yo no te voy a obligar a nada y si no quieres está bien, en serio. No voy a enojarme ni nada.

—¿Qué no has entendido nada, Mina?—La interrumpió Chaeyoung enternecida por el monólogo torpe de la pelinegra mientras acariciaba su mejilla aún húmeda suavemente. Se sintió Ligeramente nerviosa pero decidió seguir adelante.—Yo lo quiero todo, absolutamente todo, contigo.

Mina no lo pudo evitar, inmediatamente se perdió en los labios de la castaña. El beso escaló muy rápidamente y después de la charla emocional y del día tan agradable que habían compartido fue como adicionarle nafta a una fogata. Sus manos apretaban, tocaban, acariciaban y se peleaban con l ropa húmeda.

—¿Mina?—La llamó la castaña entre besos preocupada por estar presionando a la Japonesa.

—¿Confías en mí?—Murmuró a cambio la pelinegra mirando a Chaeyoung fijamente.

—Siempre.—Contestó la castaña sonriendo ligeramente por el intercambio.

Mina le sonrió de vuelta antes de quitarse la blusa desabotonando los pocos botones que aún mantenían la prenda cerrada antes de arrojarla al suelo. Chaeyoung se quedó ahí por un momento admirando la figura de la pelinegra con deleite, al ver que la chica planeaba quitarse la falda también Chaeyoung la detuvo.

—Déjame hacerlo a mí.—Pidió Chaeyoung al ver la expresión confundida en el rostro de la Japonesa.

Mina entendió. Eran mejores amigas, confidentes y amigas de la infancia. Habían estado en situaciones similares miles de veces, habían compartido baños y se habían visto desnudas con anterioridad, pero eso no significaba nada..., eran simples vivencias del día a día. Lo que estaba sucediendo en esa casita del árbol era algo distinto, incluso no se comparaba a lo que había ocurrido en el armario de la escuela. Esto era algo mucho más íntimo. Sin embargo, las cosas estaban saliendo ligeramente torpes. Sus manos fueron casi de inmediato al pantalón de Chaeyoung y al estar empapado, había sido algo bastante más difícil de quitar de lo que había esperado. Chaeyoung tuvo sus propios problemas con su falda porque el broche se había atorado. De alguna forma la situación dejó de ser sexy y se convirtió en algo divertido y un poco raro, era tan ridículo que Mina no pudo evitar reírse. Chaeyoung la miró entre confundida y frustrada y Mina supo que la pelicorta estaba lidiando con los mismos pensamientos.

➤Miénteme | 𝑴𝒊𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈Where stories live. Discover now