17. 『La calma antes de la tormenta』

2.4K 268 91
                                    

Mi relación con Jungkook parecía estarse profundizando después de la cena con mi familia. Sentíamos que teníamos permiso para expresar nuestros sentimientos sin temor a represalias. Comenzamos a pensar y a movernos en sincronía con el otro, como una sola entidad ocupando diferentes cuerpos. Aunque hacemos un constante esfuerzo por no desconectarnos del mundo que nos rodea, a veces simplemente no podremos lograrlo. Incluso tratamos de asignar tiempos específicos para estar con otra gente, pero en cuanto lo hacemos, los minutos parecen arrastrarse y nuestro comportamiento se siente tan superficial que inevitablemente volvemos a estar juntos en menos de una hora.

Durante el almuerzo, Jungkook y yo nos sentamos juntos en nuestra propia mesa privada en la parte trasera de la cafetería. Las personas pasaban delante de vez en cuando para hacer una broma o preguntar sobre los detalles de la competencia de natación, pero raramente alguien intentaba a unirse a nosotros, ni tampoco se hizo referencia a nuestra relación. En cambio, la gente orbitó alrededor de nosotros, manteniendo una respetuosa distancia. Si sintieron que había cuestiones secretas entre nosotros, al menos tenían suficientes modales para no entrometerse.

—Salgamos de aquí —dijo Jungkook, guardando sus libros.

—No hasta que hayas terminado tu ensayo.

—Está terminado.

—Has escrito tres líneas.

—Tres cuidadosamente consideradas líneas —objetó Jungkook—. Calidad sobre cantidad, ¿Recuerdas?

—Sólo me estoy asegurando de que te mantengas enfocado. No quiero ser responsable de distraerte de tus metas.

—Un poco tarde para eso —bromeó Jungkook—. Eres una gran distracción y una muy mala influencia.

—¡¿Cómo te atreves?! —bromeé—. Es imposible para mí ser una mala influencia para nadie.

—¿De verdad? ¿Y eso es por qué...?

—Porque soy la bondad personificada. ¡Soy tan puro como chillón!

Las cejas de Jungkook se fruncieron mientras reflexionaba esa confesión.

—Hmm... —dijo él después de un momento—. Vamos a tener que hacer algo respecto a eso.

—¡Cualquier excusa es buena para no hacer la tarea!

—Tal vez sea que tengo el resto de mi vida para cumplir mis metas. Pero ¿Quién sabe cuánto tiempo tengo contigo?

Sentí la preocupación que se filtraba en nuestra conversación tan pronto como las palabras fueron dichas. Usualmente esquivábamos este tema, que daba lugar a confusión, sobre todo cuando las cosas estaban fuera de nuestro ámbito de control.

—No pensemos en eso.

—¿Cómo puedes pedirme que no piense en ello? ¿No te mantiene despierto por la noche?

La conversación estaba tomando un rumbo que no me gustaba.

—Por supuesto que pienso en ello —dije—. Pero no veo el punto de echar a perder nuestro tiempo juntos ahora.

—Sólo siento como si debiéramos hacer algo —dijo él, airadamente. Sabía que su ira no estaba dirigida a mí. El hecho de que no había nadie a quien culpar hacía las cosas más difíciles—. Deberíamos al menos intentarlo.

—No hay nada que podamos hacer —dije silenciosamente—. No creo que te des cuenta de con lo que estamos lidiando aquí. ¡No puedes simplemente jugar con las fuerzas del universo!

—¿Qué pasó con el libre albedrío? ¿O era sólo un mito?

—¿No olvidas algo? No soy como tú, así que esas reglas no se aplican a mí.

Halo『KookTae』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora