28.『Angel de destrucción』

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A la mañana siguiente Jungkook vino a desayunar con nosotros antes de la escuela. Mientras comíamos, Jin trató de hacerlo entrar en razón. Todos sabíamos que Jungkook estaba furioso por la duplicidad de JiHan y estaba listo para enfrentarse a él sin ayuda de nadie. Eso era algo que Jin quería evitar a toda costa, sobre todo porque no sabíamos el alcance del poder de JiHan.

—Hagas lo que hagas, no debes enfrentarlo —dijo Jin con sobriedad.

Jungkook lo miró por encima del borde de su taza de café. —Amenazó a Taehyung —dijo, irguiendo los hombros—. Lo forzó. Simplemente no podemos dejar que se salga con la suya.

—JiHan no es como los otros estudiantes. No debes tratar de ajustar cuentas con él a solas —dijo Yoongi—. No sabemos de lo que es capaz.

—No puede ser demasiado peligroso, es muy delgado —murmuró Jungkook en voz baja.

Jin le lanzó una mirada severa.

—Sabes que su apariencia no tiene nada que ver.

—Entonces, ¿qué quieres que hagamos? —preguntó Jungkook.

—No podemos hacer nada —dijo Yoongi— no sin atraer atención no deseada hacia nosotros mismos. Sólo podemos esperar que no pretenda hacer daño.

Jungkook dejó escapar una breve carcajada y luego miró a Yoongi. — ¿Hablas en serio?

—Completamente.

—Pero ¿y qué pasa con lo que hizo en el baile?

—Yo no llamaría una prueba a eso —dijo Yoongi.

—¿Y qué pasa con el accidente de la cocinera con la freidora? —dije— . ¿Y el accidente de coches al principio del trimestre?

—¿Crees que JiHan podría haber tenido algo que ver con esas cosas? —preguntó Jin—. Pero si ni siquiera estaba en la escuela cuando ocurrió el accidente.

—Sólo hacía falta que estuviera en el pueblo —le contesté—. Y definitivamente estaba ese día en la cafetería, caminé exactamente frente a él.

—Leí sobre un accidente de barcas en el embarcadero hace dos días —agregó Jungkook—. Y ha habido un par de incendios recientemente, que el periódico afirmó que fueron iniciados por pirómanos. Eso nunca había pasado por aquí antes.

Yoongi apoyó su cabeza entre las manos. —Déjame pensar en esto —dijo.

—Eso no es todo —intervine, sintiéndome culpable por ser el portador de tantas malas noticias—. Él tiene seguidores, a donde quiera que vaya, están justo detrás de él, actuando como si él fuera su líder, o algo así. Empezaron siendo sólo algunos, pero cada vez que lo veo, hay más.

—Tae, ve a prepararte para la escuela —dijo Jin en voz baja.

—Pero... —comencé.

—Sólo ve —dijo—. Yoongi y yo tenemos que hablar.

Después del baile, la popularidad de JiHan aumentó a una velocidad alarmante, y sus seguidores se duplicaron en número. Cuando volví a la escuela, me di cuenta que todos se paseaban alrededor con la mirada vacía, como drogadictos, con sus pupilas extrañamente dilatadas, y con las manos hundidas en los bolsillos. Sus caras sólo cobraban vida al ver a JiHan, asumiendo una expresión inquietante y devota que sugería que se ahogarían en el océano si él se lo ordenaba.

Los actos de vandalismo fortuitos también parecían estar de pronto en auge. Las puertas de la iglesia fueron profanadas con obscenidades, y las ventanas de las oficinas municipales fueron destrozadas por vándalos, utilizando explosivos caseros. La residencia de Fairheaven presentó un virulento brote de intoxicación alimenticia, y muchos de sus residentes tuvieron que ser trasladados al hospital.

Halo『KookTae』Where stories live. Discover now