[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.

006.

Amelia.

Ahora nos encontrábamos en la cocina nuevamente, mientras Cinco buscaba desesperadamente por cada rincón del lugar, yo leía un libro que había encontrado por ahí, y Klaus estaba sentado en una de las sillas con una guitarra en sus manos, no sabía el porque si él no tocaba aquel instrumento. Ya no supe que había pasado con la pelea de Luther y Diego, pero lo más seguro es que no había terminado bien.

---¿Dónde esta Vanya?--- preguntó Allison mientras entraba a la cocina y dejaba uno de sus sacos en una silla.

---Oh, ya se fue.--- le contestó Klaus.

---Que lástima.--- habló Cinco.

---Si...---habló Allison, pero fue interrumpida por Cinco.

---Una manzana entera, 42 cuartos, 19 baños pero ni una sola gota de café.--- respondió el chico con algo de molestia por no encontrar su preciado café.

---Padre odiaba la cafeína.--- le recordé divertida por su actitud.

---Odiaba a los niños también, y los tuvo de a montones.--- respondió Klaus.

---Me llevo el auto.--- respondió Cinco, mientras se encaminaba a la salida de la cocina.

---¿A dónde vas?--- le preguntó número 4.

---A conseguir un poco de café.--- le respondió el menor, aunque en verdad no fuera tan menor.

---¿A caso sabes conducir?--- le preguntó número 3.

---No hay nada que no sepa hacer.--- la retó Cinco, para después teletransportarse seguramente al auto.

---Hmp, iré con él, me aseguraré que no haga nada que no deba.--- les comenté a mis hermanos.

---Siento que debería detenerlo, pero por otro lado quiero ver que pasa.--- comentó Klaus, mientras después escuchábamos el motor del carro.

---Adiós chicos.

Antes de que pudieran responderme, salí corriendo para alcanzar a Cinco, antes de que pudiera arrancar el ato, yo ya me encontraba en el asiento de copiloto.

---En efecto extrañaba esto.--- respondió Cinco al verme a su lado.--- Que aparecieras de la nada a un lado de las personas.

---Pues debería decirte lo mismo, pero bueno, andando, vamos por tu café.--- le respondí, mientras golpeteaba el pequeño espacio del carro.

Cinco no se opuso y finalmente arranco el vehículo.

[...]

Habían pasado alrededor de 20 minutos hasta que llegamos a nuestro destino, una cafetería llamada "Griddy's Doghnuts", recordaba un poco este lugar, las pocas veces que padre nos dejaba salir, veníamos a este local por donas y chocolate, era nuestro lugar favorito, pero tenía años sin pisar este lugar.