018.

12.2K 966 127
                                    

En el exterior de la academia umbrella, el cuerpo de una joven mujer se encontraba recostado justo fuera de la puerta principal del lugar a plena luz del atardecer, hasta que el pequeño chimpancé mayordomo de la familia Hargreeves encuentra el cuerpo al asomarse al exterior, llamando de inmediato por ayuda para poder meter a la chica a la gran casa.

[...]

Amelia.

Una luz blanca me lograba cegar completamente, tenía que hacer mucho esfuerzo para tratar de mantener mis ojos abiertos, hasta que estos se adaptaron a la luz del lugar para que pudiera reconocer que me encontraba en la "enfermería" de la academia. Intente sentarme correctamente en la pequeña camilla en la que me encontraba pero note como en mi brazo estaba insertada una aguja conectada a una bolsa con líquidos, ni siquiera recuerdo como llegue aquí. 

---¿Hola?, ¿hay alguien aquí?--- pregunté en voz alta, o al menos lo más alto que mi ronca voz me lo permitía.

---Señorita Amelia, es bueno ver que ya despertó.--- habló Pogo mientras entraba a la habitación.

---¿Qué fue lo que paso?--- le pregunté confundida.--- No recuerdo absolutamente nada.

---¿Qué es lo último que recuerda?--- me preguntó tranquilo.

Solté un suspiro.--- Solo recuerdo...que unos sujetos entraron a la casa a atacarnos...le dije a Vanya que se fuera, que no se pusiera en peligro, y...---me quede pensando, viendo a la nada.--- Ya no recuerdo nada más, de ahí todo es borroso.

--Bueno, creemos que aquellos sujetos que entraron a la academia la tomaron para obtener información sobre algo...--- me informó Pogo.--- La encontré tirada afuera de la academia, pero no tenía ningún golpe, solo uno en la cabeza pero ya lo desinfecté.

---Gracias Pogo.--- le sonreí levemente.--- ¿Todos están bien?

---Así es, todos están bien...

---Espera.--- me quedé pensando.---¿¡Donde esta Klaus!?

Ahora recordaba un poco; Klaus había estado conmigo con esos otros sujetos, recuerdo como nos tenían amarrados a unas sillas tanto de las piernas como de los brazos, pero eso es lo único que recordaba, creo que me había desmayado, pero no entiendo porque esos sujetos me dejaron afuera de la academia, y más sin hacerme nada.

---¿El señor Klaus?--- me preguntó confundido nuestro mayordomo.

---Si, él...él estaba conmigo con los secuestradores.--- le confesé.

Pogo se quedo pensando.--- Usted debe descansar señorita Amelia, yo iré a investigar la situación de su hermano, ¿de acuerdo?

---Gracias Pogo.--- le volví a sonreír.

Vi como Pogo se encamino a la puerta para salir, pero una pregunta rondaba por mi cabeza desde que desperté, o quizá desde ayer pero no recordaba.

---¿Sabes algo de Cinco?--- le pregunté al chimpancé, antes de que saliera completamente de la habitación/enfermería.

---No ha aparecido por aquí.--- me informó.

Simplemente asentí para que Pogo retomara su camino a donde fuera, me quede pensando en todas las opciones que podrían haber pasado; era seguro que esos tipos venían por Cinco, pero no sabía exactamente que información quería, o porque lo querían a él, eran muchas dudas que el chico no me había respondido hasta el momento, pero tendría que hablar con él tarde o temprano.

[...]

Cinco.

Después de amenazar al hombre de MeriTech, llegamos a la empresa, para darnos cuenta como de ella comenzaba a salir demasiado humo, solté al hombre y corrí hacía la entrada principal para poder confirmar lo que ya sospechaba: la empresa se estaba incendiando.

Al ver como el humo salía en grandes cantidades mis esperanzas de encontrar al sujeto del ojo caían al subsuelo, las llamas consumían rápidamente el interior del edificio y con ello se llevaban toda la información de los clientes consigo. Esto no podría ser mejor.

Al correr hacia el edificio, y al encontrarme a escasos metros de la entrada principal, el lugar estalló mandándome a volar casi para llegar a la calle, comencé a levantarme lentamente del suelo, algo adolorido por el impacto de mi cuerpo contra el suelo, para escuchar de fondo como las sirenas de policías se hacían presentes a lo lejos.

Esto cada vez se ponía más difícil.

[...]

Amelia.

Tenía horas desde que me encontraba en mi habitación y no más en la enfermería, me había sentido un poco mejor a comparación de cuando había despertado, pero Pogo me dijo que tomara todo el descanso que necesitara.

Jugaba con una pequeña pelota de plástico, solamente la lanzaba hacia arriba y la atrapaba solo con una mano, no tenía nada mejor que hacer y parecía que todos los que habitaban en esta casa tenían mejores cosas que hacer. Estaba tan sumida en el movimiento de la pequeña pelota en el aire, que me asusté cuando la puerta de mi habitación se abrió de sorpresa, dejándome ver a dos de mis hermanos.

---¿¡Qué acaso no les enseñaron a tocar la puerta antes de pasar!?--- les pregunté/grité.--- ¿Qué pasaría si estuviera cambiándome o algo así?, ¿a caso no piensas?

---Pogo nos dijo que estabas descansando.--- me respondió Diego, mientras veía a Luther y a él algo apenados por entrar sin avisar.

---¿Qué es lo que quieren?--- les pregunté en voz baja, para volver a jugar un poco con mi pelotita.

---Bueno, tenemos que encontrar a Cinco para hablar con él, y no sabemos donde buscarlo...--- habló Luther, el cual interrumpí.

---Oh, no sabía que ahora era un mapa, no, no, no, mejor aún... no sabía que era su niñera.--- les comenté con sarcasmo mientras en mi rostro se posaba una sonrisa cínica.--- ¿Qué les hace pensar que sé donde esta?

---Bueno por el historial que tienen...---comentó Diego, que al recibir una mirada fulminante de mi parte, se calló.

---Bueno, no se donde esta.--- les confesé.--- Ya pueden irse.

---¿Podrías ayudarnos a buscarlo?--- me preguntó Luther, tratando de convencerme.

---¿Y yo que gano con eso?--- les pregunté, mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho.

---¿Pasar tiempo con Cinco?--- me respondió Diego, dudando ante su pregunta.

---Mmm.--- simulé estar pensando.--- Buscar a Cinco.--- mencioné mientras abría mi mano derecha.--- O pasar el día aquí haciendo cualquier cosa más interesante.--- les comenté mientras abría mi mano izquierda.

Coloque ambas manos a la misma altura, simulando que fuera una balanza, para comenzar a levantar mi mano izquierda mientras bajaba la derecha notablemente.

---Si...creo que me quedaré aquí.--- les respondí, mientras volvía a tomar la pelota entre mis manos.

---¿Qué te parece si te compramos algo de helado en el camino?--- me preguntó Luther, mirándome fijamente.

Solté un suspiro.--- De acuerdo, ustedes ganan.

Vi como Luther y Diego chocaban los cinco rápidamente, con unas leves sonrisas en su rostro por haber logrado lo que se proponían.

---Andando hermanos.--- los apure mientras me levantaba de mi cama y me encaminaba a la puerta.--- Ese helado me esta esperando.


[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.Where stories live. Discover now