036.

8.8K 708 66
                                    

Amelia.

---¡Oigan, tienen que ver esto!--- gritó Allison desde el piso de arriba.

La morena había conseguido regresarnos al planeta tierra, después de perdernos en el bonito momento que estábamos pasando Cinco y yo. Salimos apresurados de la habitación en la que estábamos, para toparnos a Diego en las escaleras, los tres subiendo a paso apresurado para encontrarnos con nuestra hermana.

Llegamos al ático de aquella casa, desde donde Allison nos había llamado, que al parecer era una habitación a parte de Harold, pero al entrar no pude evitar que un escalofrío recorriera mi columna; había ciento de fotografías, historietas, figuras, todo sobre...nosotros.

---Todos nuestros rostros fueron tachados.--- comentó la morena.

Al prestar más atención en todos los objetos que había ahí, pudimos notar como la mayor tenía razón; las fotografías tenían nuestro rostro tachado o recortado al igual que las historietas, las figuras que habían hecho de nosotros de "colección" tenía las cabezas al parecer...¿derretidas? 

---Esto es tan...horrible.--- comenté por lo bajo, prestando atención en todos los detalles, mientras tomaba la muñeca que me representaba, sin cabeza.

---Esto da miedo, este tipo tiene graves problemas.--- comentó Diego.--- Mierda.

---Él nunca estuvo interesado en Vanya...--- comentó Allison, mientras conectaba los puntos.

---...era por nosotros, siempre fue por nosotros.--- completé su oración.

De pronto, Cinco se desplomó en el suelo de aquel ático, cosa que me alarmó, para colocarme de cunclillas de su lado.

---Cinco.--- hablé con notable preocupación en mi voz.

Escuchaba levemente como el chico se quejaba, mientras mis hermanos se agachaban a nuestro lado, con ayuda de Allison, pude levantar un poco la camisa del chico, para encontrar una herida, posiblemente de bala, completamente roja mientras arrojaba un poco de sangre.

---Por Dios, Cinco.--- comentó Diego al ver la situación.

---¿Por qué no nos dijiste nada?--- le pregunté al chico.

---Tenemos que seguir.--- comentó Cinco en un susurro, muy apenas podía hablar.--- Estamos...tan cerca.

De pronto Cinco no comento nada más, y cerró sus ojos completamente, cosa que me alarmó.

---¿Cinco?, ¿¡Cinco!?--- comencé a mover al chico tratando de que reaccionara, sin éxito alguno.

Al ver mi desesperación, Diego y Allison también comenzaron a hacer cosas tratando de que el chico volviera en sí, pero nada funcionada, por lo que mi respiración comenzó a acelerarse.

---Debo de hacer algo...---comenté mientras pasaba mi mano por mi cabello totalmente frustrada.--- Lo...lo llevaré a la academia...¡sí! Ahí mamá y Pogo podrán hacer algo.

Me levanté rápidamente del suelo, para tratar de llevarme al Cinco, pero al levantarme tan rápido me arrepentí, ya que un mareo apareció en mi, consiguiendo que cerrara los ojos por unos momentos.

---Espera ahí, pequeña.--- comentó Diego mientras se levantaba y me tomaba de los hombros, para que no me tambaleara.--- ¿Cómo piensas llevartelo hasta la academia?

---No lo sé.--- susurré por lo bajo, aun con los ojos cerrados.--- ¿Cargándolo?--- pregunté con inocencia.

---Nada de eso, aunque quisieras...no podrías.--- respondió Allison.

No sabía que más hacer, no tenía idea de que hacer, el de las ideas siempre era Cinco, por un demonio. Finalmente pude abrir mis ojos sin marearme, para ver como Diego me tendía las llaves del auto y se volvía a agachar junto a Cinco.

---Ve y abre las puertas del auto, yo llevare a Cinco.

No espere a que comentara nada más, cuando ya había salido corriendo, a una muy alta velocidad a decir verdad, al carro de número 2, en lo que ellos bajaban, pude abrir todas las puertas del auto, e incluso prender el motor, si, a veces aprendo unos cuantos trucos cuando puedo.

Como tardaban tanto y mi desesperación aumentaba, aunque no los culpo, no todos podían tener la supervelocidad a su favor como yo, comencé a golpear el claxon fuertemente unas 3 veces seguidas, hasta que vi a los dos adultos cargando al chico en sus brazos, a paso rápido hacía donde yo me ubicaba.

---¡Si que tardaron familia!--- les grité mientras bajaba del asiento del piloto.

Vi como Diego acomodaba levemente a Cinco en los asientos traseros, dejándolo completamente acostado, mientras que él tomaba el lugar de piloto y Allison a su lado, no espere a que cerraran las puertas cuando en una rápida vuelta al vehículo, ya lo había hecho yo.

Por último me senté también en los asientos de atrás, pero con cuidado de no golpear al chico inconsciente ahí, mientras colocaba su cabeza sobre mis piernas. Levanté mi vista de Cinco, y pude notar como ambos hermanos mayores me veían por el espejo retrovisor confundidos.

---Sigo sin acostumbrarme a esto.--- habló Diego en un murmuró, aunque Allison y yo pudimos escucharlo perfectamente.

---¿Qué estas esperando?--- le pregunté con desespero.--- ¡Andando!

Diego no espero más y piso el acelerador hasta el fondo, consiguiendo que las llantas rechinaran un poco contra el pavimento, para después dirigirnos a toda velocidad a la academia.

[...]

Veía desde el marco de la puerta de la habitación de Cinco, como el chico estaba recostado ahora en su cama, y mamá le ponía gasas a la herida que se encontraba en un costado del abdomen del chico, y él aún seguía inconsciente.

---Puedes pasar, si es lo que quieres.--- comentó mamá, sin despegar sus ojos de la herida del chico.

Yo pasé finalmente a su habitación, algo nerviosa, y no entendía el porque, si muchas veces ya había estado aquí, quizá era por el hecho de que aún me preocupaba el estado de Cinco.

---¿Estará bien?--- le pregunté a mamá en voz baja, cuando había terminado con su trabajo.

---Si, eso creo, lo bueno que la bala no quedo incrustada en él.--- comentó mamá cuando tomo su pequeño botiquín.--- ¿Tú sabes cómo se pudo hacer eso?

La Comisión, fue lo primero que pensé.

---No lo sé, no tengo ni idea.--- le mentí a mamá, sin despegar la vista del chico.

---De acuerdo, puedes quedarte con él si quieres, pero no se si despertara en unos momentos, o hasta mañana.--- me informó mamá mientras finalmente salía de la habitación del chico, dejándonos completamente solos.

Diego y Allison, después de haber traído a Cinco hasta acá, ellos siguieron en la búsqueda de Vanya y Harold, mientras que yo me quedaba con el chico para vigilar su avance, haciéndoles prometer a los mayores que me informaran si sabían sobre cualquier cosa de nuestra hermana.

Ya era muy tarde, el sol por fin se había ocultado dejando a la luna y las estrellas brillar en lo alto del cielo, lo más seguro es que Cinco no despertaría hasta mañana, y era mejor para que pudiera descansar lo suficiente, por lo cual me  quité mis zapatos y me acosté junto al chico, con una distancia prudente para no llegar a lastimarlo más de lo que ya estaba.

Me quedé observando las facciones del chico por un rato; y es que no era muy común ver a Cinco de esa manera, tan...relajado, su respiración era tranquila, cosa que me transmitía mucha paz, cosa que nos faltaba últimamente estos días. Tomé la mano del chico entre la mía, para finalmente caer en un profundo sueño.

[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.Where stories live. Discover now