035.

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Amelia.

Después de mi momento especial con Cinco, y de que el chico hubiera quitado todo rastro de lágrimas de mis mejillas al pasar sus pulgares por ellas, Diego junto con Allison entraron al mismo tiempo en los asientos delanteros del auto.

---¿Y?--- fue lo primero que pregunto Cinco, en dirección a Diego.

---De nada.--- comentó número 2 mientras mostraba un portafolio con el historial de ese tal Harold Jenkins.

Cinco se estiró tratando de tomar aquellos archivos en sus manos, pero Allison fue más rápida al arrebatárselos a Diego y comenzar a analizar aquellos documentos. Noté como la morena iba deteniendo el pasar de las hojas, deteniéndose en una donde traía una foto del sujeto, pero desde mi lugar no podía  visualizar bien aquella foto.

---No puede ser.--- fue lo único que comentó número 3.

---¿Que ocurre?--- preguntó Diego. 

Cinco y yo, al escuchar la expresión de Allison, nos acercamos un poco más hacía los asientos delanteros del vehículo, para poder saber, o al menos intentar saber, que era lo que había sorprendido a la morena.

---Harold Jenkins es Leonard Peabody.--- nos informó la chica mientras tomaba la foto y la acercaba para que los 3 pudiéramos verla mejor.

No es posible, el chico que justo había llevado Vanya hoy a la casa, el que al parecer era su novio o quizá solo su amigo...era la misma persona que provocaría el fin del mundo en tan solo pocos días. Vanya estaba en peligro si seguía junto a ese tipo.

[...]

---Con cuidado, no sabemos de lo que sea capaz Peabody.--- comentó Allison mientras todos cerrábamos las puertas del vehículo.

En los archivos que Diego había tomado prestado de la estación de policías, venía la supuesta dirección de Harold, Leonard...como sea, por lo que decidimos hacerle una pequeña "visita" a nuestro buen amigo. 

---No se veía tan peligroso cuando lo vi.--- comentó Diego.--- Es medio escuálido.

---Si bueno, fue el causante del apocalipsis, así que tan débil no creo que sea.--- le respondí con sarcasmo.

---Si, así son la mayoría de los asesinos y psicópatas.--- me apoyó Allison.--- Si no, míralo a él.--- señalo a Cinco.

---Gracias.--- fue lo único que contesto el chico.

---Buen punto.--- confirmó Diego.

---¿Y qué es lo que quiere este tipo con Vanya?--- pregunté en general, cuando subíamos las pequeñas escaleras de la entrada de Peabody.

---No lo sé, se lo preguntaré después de matarlo.--- aseguró Cinco, al seguir mis pasos, ya que venía detrás mío.

---Wowowo.--- habló Diego mientras detenía nuestros pasos.--- Primero voy a entrar...¿saben qué? Sería grandioso si pudieran...

Ni Cinco ni yo esperamos la respuesta de nuestro hermano, por su parte, Cinco se teletransporto a quien sabe donde, mientras que yo corrí alrededor de la casa tratando de buscar alguna entrada, pero al no encontrar ninguna, regrese con Diego.

---...seguir el plan.--- finalizó Diego, mientras algo de aire lo golpeaba por la velocidad con la que había corrido.

---No hay ninguna otra entrada en la casa, al menos no abierta.--- le informé al mayor.

---De acuerdo, sígueme.

Fue lo único que me dijo Diego, lo mire extrañada esperando ver lo que haría, hasta que se alejo unos pasos de la puerta, y brinco hacía ella, rompiendo la ventana de cristal a su paso, para después caer rendido al suelo.

---No piensas que yo también haga eso, ¿verdad?--- le pregunté con los brazos cruzados y mi ceño fruncido.

---Sutil.--- le respondió Allison llegando a su lado, ¿cómo había entrado?

Cinco apareció caminando a un lado de ella, para abrir la puerta y dejarme pasar.

---La puerta estaba abierta.--- le comentó el chico mientras la señalaba.

---Pensé que habías checado si la puerta estaba abierta.--- le comenté a Diego, mientras me burlaba de él.

---Si bueno, mi método también funciono.--- comentó número 2 mientras se levantaba del suelo con un poco de dificultad.---Sepárense y griten si...ya saben, están en problemas.

Diego comenzó a caminar hacía algún punto incierto de la casa, dejándonos a nosotros 3 parados ahí sin saber exactamente que hacer.

---Que líder tan inspirador.--- comentó Cinco con sarcasmo, mientras nos veía a nosotras dos.

---De los mejores.--- lo secundamos Allison y yo.

Allison había tomado la decisión de subir al segundo piso de la casa para buscar cualquier información que pudiéramos encontrar del tipo, mientras que Cinco había tomado mi mano para dirigirnos a otra habitación del lugar, específicamente la sala.

---¿En verdad crees que Vanya este en peligro con ese sujeto?--- le pregunté a Cinco mientras revisaba en unos cajones.

---En este punto, creo que cualquier cosa es posible.--- comentó el chico, mientras veía en otros cajones.--- ¿Cuando lo conocieron?

---Hoy, de hecho, antes de que aparecieras a mitad de la sala.--- le informé.--- Pero no fue tanto tiempo, él ni siquiera hablo...Vanya se fue algo...molesta, con nosotros.

---¿Con ustedes?, ¿por qué?--- preguntó Cinco volteándome a ver, dejando de lado lo que estaba haciendo.

---Se molesto al darse cuenta que nos habíamos reunido sin ella, aunque yo hubiera estado igual en su situación, y...puede que le haya dicho algunas cosas feas.--- le confesé, mientras soltaba un suspiro.--- Pero no estaba del mejor humor en esos momentos, ya sabes, solo estaba pensando...en que te quería de regreso, conmigo.

No escuché ningún comentario o sonido proveniente de Cinco, por lo cual volteé en su dirección para darme cuenta que estaba sonriendo ampliamente, pero era una sonrisa sincera, no forzada como normalmente acostumbraba.

---¿Qué?--- le pregunté con una sonrisa en mi rostro.

Era muy poco común ver a Cinco en este estado, sonriendo, por lo que lo miraba fijamente, tratando de guardar esta imagen de él para siempre en mi cabeza.

---Es lindo saber que piensas en mí...--- me comentó el chico, sin quitar la sonrisa de su rostro.

---No seas egocéntrico Cinco.--- lo interrumpí, sin poder evitar una leve risa salir de mi.

---No me dejaste terminar.--- me aclaró el chico.--- Es lindo saber que piensas en mi... de la misma manera en la que yo pienso en ti.

Las palabras de Cinco lograron hacerme sonrojar, por lo cual bajé la mirada hacía el suelo, no quería que me viera de esta manera, no quería verme tonta ante él.

Estos eran mis momentos favoritos junto al chico; cuando solamente él y yo estábamos solos, porque Cinco podía demostrar como en verdad era él, y no la apariencia de "chico rudo y de que nada le importaba" como lo hacía con el resto de la gente.

Cinco podía ser conmigo como en verdad él era, al igual que yo con él. Y me encantaba.

[1] Amelia | Número 5; The umbrella academy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora