A 15 Metros [1] COMPLETA

No me conoces, así que deja de pensar que lo haces.

Harvey me iba a volver loca, y yo no hacía más que permitírselo.

En cuanto recupere un poco la compostura y el ritmo normal de mi respiración, y era capaz de controlar la situación salí del pasillo y volví a donde estaban, las tuve que buscar, ya que habían ido a por algo de beber y estaban más cerca de la cocina que del jardín.

 -   ¿ Dónde habías estado?- preguntó Raven pasándome un chupito.

 -   Por ahí, no era nada importante.- mire que hora era en el reloj y me di cuenta de que ya era la una de la mañana.- Pensé que había pasado menos tiempo.

 -   Bueno da igual, vamos a bebernos esto.- dijo Taylor dándonos un chupito a cada una.

 -   Por un buen curso, en el que podamos estar juntas.- pronunció Noa antes de que nos lleváramos los chupitos a la boca y los bebiéramos del tirón.

[...]

 -   A ver a lo mejor soy la única, ¿ pero no os habéis dado cuenta de que ese chico no ha quitado ojo a Verónica en todo el rato?- dijo Raven.

 -   Pensaba que era la única. Por un momento pensé que se conocían pero es bastante improbable, es decir, Verónica solo nos conoce a nosotras y a los chicos.- contestó Taylor.

 -   ¿ Qué chico? Seguro que os habéis equivocado y no me está mirando.- pregunté, confusa ya que no sabía a quién se referían.

 -   Si te das la vuelta para solo mirar se notara mucho así que mejor coges y vas directa a él.- sentenció Raven.

 -   ¿ Y si no me está mirando? Raven no creo que tu idea sea muy buena.

 -   ¿ O vas por tu propia cuenta o te doy un pequeño empujón? Tú decides.- me apremia Taylor.

 -   Una vez más vuelvo a ser la normal del grupo.- ríe Noa.

 -   Vale voy, espero que por lo menos sea guapo.

 -   Está buenísimo de hecho.- me guiña un ojo Taylor. Cuando me giro veo a un chico alto en diagonal a nosotras y supongo que es él, y como si me leyera la mente Raven mueve la cabeza confirmándolo y ando hacia él, quien está apoyado en la pared enfrente de la isla de la cocina.

Mientras me voy acercando me doy cuenta que es un chico bastante más alto de lo que parecía de lejos ahora que lo tengo al lado, que tiene el pelo negro con rulos y la piel muy blanca con algunos lunares, que sus ojos son azul marino y sus labios rosados, que resaltaban gracias a su bomber de un tono más oscuro.

 -   Hola.-le digo con una sonrisa tímida mientras me voy armando de valor.- Soy Verónica.

<<Venga, algo más de confianza, no que fuera la primera vez que te acercas a un chico.>>

 -   Daniel.- dijo con una sonrisa.- No pensé que te fueras a acercar, de hecho pensaba que no me habías visto. Por eso no me atrevía del todo a ser yo quien diera el primer paso.

 -   De hecho no lo había hecho, pero mis amigas me lo han dicho y me han "obligado" por así decirlo a venir, si no tampoco me hubiera dado cuenta.

 -   Pues entonces les tendré que agradecer a tus amigas que te hayan obligado.- dijo con una pequeña sonrisa tímida.

 -   Si.- dije acompañado de una risa nerviosa.- Una pregunta, ¿nos hemos visto antes? Es que me suenas demasiado.

 -   Llegue de vuelta el lunes por la mañana a San Francisco y no he estado en todo el verano así que no creo.

 -   ¿ El lunes por la mañana, llegaste de Chicago?-