Capítulo 3

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Una joven de cabellos rojos caminaba hasta la entrada de Konoha con un niño en brazos y una mochila en su espalda. Llevaba un vestido negro y sencillo hasta la rodillas o un poco más arriba. Con un bordado blanco en cerca del cuello, una línea alrededor de este.

El niño en sus brazos era de tez clara, como la de ella. Sus ojos color negro estaban cerrados mientras reposaba sobre el pecho de la madre. Su cabello negro, corto y suave era agitado un poco por la viento.

La madre sonrió al ver la figura plácida en la que se encontraba su hijo mientras dormía reposando en su pecho.

—Disculpe, ¿Es usted de la aldea?

La voz de Kotetsu, uno de los guardias, llamó la atención de la joven que caminaba ya por las puertas de Konoha.

—Lo seré a partir de hoy. Vine en compañía de mi hijo a ver al Hokage. —ella sonrió muy contenta de lo que había dicho.

El joven Kotetsu, en compañía de Izumo, el otro guardia miraron al niño y luego se miraron entre ellos.

—¿Cuál es su nombre?

La joven iba a responder, pero una voz fría y fuerte apareció en el lugar interrumpiendo por completo la plática.

—Eso no es de su incumbencia, ella viene en mi compañía.

—Sasuke... —pronunció ella.

Ambos guardias de mostraron un tanto confundidos, pero guardaron silencio.

—Vamos. —Sasuke la tomó de la muñeca para hacerla caminar.

—No hay problema... —dijeron ambos guardias intimidados por la presencia de Sasuke.

La joven caminó junto con Sasuke y el niño para llegar hasta la torre del Hokage. Sin duda, comenzaron a ser el centro de atención de las personas que estaban en la aldea. Ninguno conocía a aquella joven, así que se preguntaban quien era y que cercanía tenía con Sasuke.

—Sasuke, no debiste ser tan mal educado con esos guardias. Ellos solo hacían su trabajo.

—Hmp. —Sasuke bufó.

La joven mostró una expresión un tanto irritada. Frunció el entrecejo y arrugó la nariz.

—Espero que no seas así con el Hokage, también, ¿O si? ¿Acaso no quieres que nadie me conozca?

Sasuke se detuvo al oír esas palabras y se giró a verla.

—No me vas a tener ocultada, Sasuke. Lo siento mucho, pero no voy a estar encerrada con mi hijo en un apartamento todo el día. —La expresión de la joven era ruda.

Sasuke soltó un suspiro y levantó la mirada para encontrarse con los ojos de la joven.

—Tienes razón, lo siento.

Aquellas palabras fueron difíciles de pronunciar para Sasuke, no estaba tan acostumbrado a decirlas, pero de todos modos aquella joven tenía razón, él no podía pretender tenerla encerrada, ahora sería una aldeana de Konoha y tenía todo el derecho de hacerlo. Sasuke se tenía que acostumbrar a que todos lo sabrían pronto, después de todo, vivirían juntos.

Sasuke siguió caminando, y no hubo más intervenciones hasta llegar a la torre, donde todos no dejaban de ver con inquietud a la joven que acompañaba a Sasuke.

Al entrar en la oficina, Kakashi estaba en su escritorio con un Naruto molestando su tranquilidad con preguntas absurdas sobre Sasuke.

Sasuke carraspeó para llamar la atención de los presentes. Fue un tanto incómodo para ambos encontrar a Sasuke con aquella chica ahí de pie mientras Naruto hacia preguntas sobre ellos a Kakashi.

«Sin sentimientos» [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora