Capítulo 43

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Sasuke no recordaba cuando fue la última vez que se sentía tan ansioso. Tal vez, la vez que volvió a ver a Itachi después de años de haber asesinado a sus padres y lo invadió un deseo ardiente de enfrentarse a él; o cuando se encontraron por última vez, en la batalla dónde su hermano perdió la vida.

Eran sentimientos de ansiedad que experimentó en el pasado, tal vez con emociones diferentes, pero la sensación era similar.

Sus sentimientos estaban a flor de piel. Casi se le hacía imposible mantenerlos ocultos o controlados. Se sentía en una situación nueva. Nunca había podido reprimir completamente el odio, lo mostraba en su actitud indiferente y fría, en su trato con las demás personas, en su distancia, y ahora, parece ser otro sentimiento diferente el cual lo invadía y no lo podría disimular bien, no en estos momentos dónde todo gira alrededor de ese sentimiento: su boda.

¿Realmente iba a casarse? Sasuke no sabía cómo procesar eso; A pesar de que se sentía ansioso, no era nada malo, su corazón sentía algo de calidez frente la situación que de avecinaba pero al mismo tiempo se sentía extraño, como si aquel gesto fuese imposible para su persona, como si aquello jamás hiciese parte de su vida, como si viera todo su pasado y pensara que su futuro era en completa soledad. Pero no era así, en esos momentos pensó que tendría lo mismo que sus padres, y su corazón se sintió lleno.





Sakura caminaba en la habitación de un lado a otro, nerviosa. Lo que estaba por suceder lo había soñado tantas veces y no sabía que podía ser tan real, creía que se trataba de un sueño. Su estómago estaba revuelto, sentía cosquillas y nauseas. A pesar de que era lo que quería, era tan presa de los nervios que parecía que se podía arrepentir en cualquier momento, pero no podía hacer eso. A pesar de todo los nervios que sentía, era lo que quería, si daba vuelta atrás y le decía a Sasuke que no querría eso, se arrepentiría el resto de su vida.

Respiró calmadamente, lentamente, suave, para calmar todos sus nervios. Si Naruto estuviese ahí, si Kakashi estuviese ahí o incluso Ino... Ella podría lograr mantenerse tranquila gracias a su apoyo, pero no estaban, solo estaba ella, y era hora de que se hiciera más independiente en ese sentido. Solo podía recurrir a su misma para tranquilizarse, pero no sabía cómo.

Caminó y se colocó de pie frente al espejo. Tenía una bata de baño únicamente cubriendo su cuerpo. Su cabello estaba un poco más por debajo de los hombros. Pudo ver su reflejo en el espejo, un reflejo que solo dejaba ver un ligero rubor en su rostro que no había desaparecido desde que el día comenzó.

—Okey, Sakura...

Levantó sus manos de forma tranquila como si tratara de tranquilizar su propio reflejo.

—Es normal que te sientas así... Sasuke debe estar así igual. —Lo pensó bien. —O tal vez no... Él es alguien muy tranquilo, yo soy la única que está haciendo todo este drama ¡No puedo decepcionar a Sasuke-kun!

Un aura oscura la invadió. No podía encontrar la forma de tranquilizarse. En su reflejo podría ver la desesperación que sentía, pero más allá de eso, en el espejo se podía observar, sobre la mesita de noche, un cofre de madera.

Recordó que era el regalo que le había dado Hayami. Sakura se dió la vuelta y se acercó a tomar el cofre en sus manos. Lo abrió una vez más y volvió a leer la carta que Hayami había dejado, más la nota que decía que solo podría abrirlo cuando fuese el momento.

Sasuke le había dicho que en relación con el contenido de la carta, ella sabría exactamente cuando sería el momento. En ese instante, que Sakura se sentía tan desesperada, tan ansiosa, tan nerviosa, solo un gesto de calidez, de amor, lograba calmar su corazón. Al leer una vez más las palabras de Hayami grabadas en la carta solo se pudo imaginar abrazando fuertemente a Sasuke después de la boda, y sintió como su cuerpo se sentía más relajado, tranquilo y feliz, supo en ese momento lo dichoso que era lo que vendría y tuvo la certeza que era el momento indicado de abrir el obsequio de Hayami, ahora que se sentía dichosa y que el amor estaba esperando fuera de la puerta, un amor consumado y entregado.

«Sin sentimientos» [En Edición]Where stories live. Discover now