Capitulo 45

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Habían pasando dos meses desde que se casaron. En ese tiempo, Sasuke y Sakura habían pasado tiempo juntos viajando por distintos lugares y países del continente. Pasaron su luna de miel en una pequeña cabaña en el país de las olas, cerca del mar.

Todo había sido perfecto. Desde entonces, Sasuke era un poco más abierto y sincero con Sakura frente a todo lo que sentía, lo que lo agobiaba, lo que lo hacía sentirse bien y mal.

Sasuke pasó por tantas cosas que nunca podría contar con nadie para expresar como se sentía, para desahogarse y hablar. No era que no tuviera con quién. Ahí siempre estuvo Sakura, Naruto y Kakashi; era él mismo en su terquedad, en su odio, en su tristeza, que no se permitía hablar de sus sentimientos con nadie, ni aceptar consejos. Vivía en completa negación, como si solo él fuese capaz de comprender su dolor, como si nadie más pudiera sentir lo que sentía el.

Todo eso cambió con el tiempo. Naruto le hizo ver qué él se sentía igual de solo, pero aún así, le costaba hablar sobre ese sentimiento con él. Pero estaba Sakura ahora, quien había le desnudó de su cuerpo y el alma, y en quien estaba aprendiendo a confiar del todo. Si tenía miedo, si tenía tristeza, ella estaba ahí.

—¿Tienes miedo, Sasuke?

Ambos estaban bajo la luz de la luna en la mitad del bosque. Sasuke estaba acostado en el la hierba con la cabeza en las piernas de Sakura.

Ella acariciaba su cabello, recostada en un árbol, con la mirada en el inmenso cielo.

—Las cosas nuevas siempre asustan... —Susurró Sasuke.

Sakura acarició su cabello y su rostro con su mano derecha mientras sonreía un poco.

—¿A qué le tienes miedo exactamente?

Sasuke cerró los ojos y suspiró, como quien no quiere hablar y solo ignorar los hechos. Estando acostado de costado, se giró boca arriba y la miró. Sakura. Estiró su mano hacia el rostro de ella y colocó un mechón de cabello detrás de su oreja. Sakura lo miró un poco sorprendida por su gesto.

—De perderte... —susurró dejando a Sakura atónita por tales palabras. Jamás había conocido ese lado tan abierto y sincero de Sasuke. —Como lo perdí todo una vez...

Sakura se sintió triste. Sasuke no tenía padres. Perdió a toda su familia, incluyendo a su hermano, a quien más admiraba. Era lógico que sintiera miedo de confiar, de amar, porque no quería volver a repetir aquel dolor que vivió. Aquello lo volvería loco y le desgarraria el alma.

—Estamos para protegernos. El uno al otro. No hay de que temer.

Sasuke suspiró y bajó la mirada. Aunque era cierto, eso no evitaba que  dejara de sentir miedo.

Sakura se agachó y tomó el rostro de Sasuke en sus manos.

—La vida es así, Sasuke. Hay que saber aceptar las cosas. Es doloroso, pero no podemos evitar sentir sentimiento hermosos solo por miedo. Hay que arriesgarse a amar y ser amado.

Sakura soltó el rostro de Sasuke y volvio a mirar al cielo soltando un suspiro. Entendía la preocupación de Sasuke, ella también sentía miedo de perderlo alguna vez, después de todo el tiempo que deseo poder estar con él como para perderlo fácilmente.

—Pero no estoy dispuesto a aceptarlo, Sakura.










Ambos continuaron con su recorrido por las distintas aldeas por las que pasaban. En todo ese tiempo, hubo muchos encuentro amoroso y sexuales entre ambos. Estaban descubriendo su sexualidad y conociendo sus cuerpos.

Aquella noche tuvieron sexo en el bosque. Sasuke se dejaba llevar por cada uno de sus deseos y Sakura solo lo disfrutaba.

En medio de la oscuridad de la noche, bajo la tenue luz de la luna, Sasuke embestiaba a Sakura sobre la hierba. Sus respiraciones eran agitadas y fuertes, sus cuerpos apretados el uno contra el otro, movimientos suaves y rápidos. El balanceo de los pechos de Sakura, el choque de sus pelvis. Ambos terminaban siempre llenos de sudor y con los rostros rojos de la adrenalina que acumulaba la sangre en sus mejillas.

«Sin sentimientos» [En Edición]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant