Alguna vez... [Terminada]

22.

Alguna vez...

¿Has tocado las estrellas?

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Golpeteo la madera del escritorio de aquella oficina, sus ojos divagaron ansiosos entre los objetos que adornaban cada rincón.

—Alya, es una sorpresa encontrarte aquí —mencionó con sarcasmo.

—¿Por qué Nino salió libre? —cuestionó al tiempo que lo encaraba, sus piernas parecían gelatina, su rostro pálido y masacrado por las ojeras.

—un video no demuestra lo que ustedes creen, este es el nuevo reporte del caso de Marinette —rebusco entre sus pertenencias, sacando de estas un folder color beige, la reportera lo miró desconfiada, abriendo rápidamente el reporte —ya ha sido cerrado.

—¿Psicosis?

—hay más de un testimonio, Marinette sufría psicosis, su misma psicóloga lo afirma, se ve en sus cartas.

—¿psicóloga? Es absurdo, Marinette odiaba a los psicólogos, ella nunca asistió a una —confirmó con total seguridad.

—pues... —con la punta de su pluma cambio la hoja que la morena revisaba, mostrando así una serie de recetas y pagos hechos a doctora Haprèle, para después sentarse del otro lado del escritorio, los ojos de la joven viajaron por los recibos, sus orbes se detenieron en un punto —asistía en secreto durante las mañanas, por eso su hora de entrada para trabajar de ella una hora y media después de la hora de entrada común.

—es imposible, muchas de esas veces desayunamos juntas.

—solo la visitaba dos días por semana, por cuestiones profesionales, Rose no ha querido revelar más.

—es ridículo —formuló golpeando el escritorio con sus palmas —Marinette no sufría de psicosis.

—Alya te contradices mucho a ti misma —suspiró —primero, Adrien abusaba a Marinette, minutos después no hizo nada —la morena apretó sus labios —Nino no hizo nada, un poco después el daño a Marinette —se recargo en el respaldo de su silla —dos semanas después de la muerte de Marinette, declaraste "Ella estaba loca".

—estaba confundida —apretó la tela de su pantalón.

—es verdaderamente ridículo que estés aquí preguntando porque Nino esta libre, quizás eran amant... —se corto al sentir el ardor de su mejilla —Alya...

—Nino estuvo enamorado de Marinette, desde siempre, ella siempre lo rechazo, amaba mucho más a Adrien.

—mañana dirás que nunca sintió algo por ella—afirmó con convicción —y que Marinette era la que estaba enamorada de él —agregó.

Sin dejarlo mencionar algo más, se puso de pie abandonando la estancia, cerrando la puerta con fuerza.

Impidiéndole a su sentido común reaccionar, busco su celular, marcando aquel número que tenía grabado en su memoria, esperando y rogando que él le contestara.

—¿Alya?

—Adrien, creo que Luka alteró el caso de Marinette.

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Espero paciente, recargando su cuerpo en su automóvil, tratando de no cerrar los ojos y cumplir las peticiones de su cuerpo.

Reviso el reloj de su muñeca, creyendo que él me había mentido, claro, no podría culparlo, estirando sus manos decidió que haría su búsqueda ella sola.