Capítulo 5

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MARATÓN 1/3

Estaba terminando un proyecto para clase cuando me apareció en la pantalla del portátil una videollamada entrante. Fruncí un poco el ceño al ver que era Monty. Después de lo que había pasado el día anterior, lo último que me apetecía era hablar con él.

Sin embargo, no quería ser infantil. Lo pensé un momento y, al final, respondí a la llamada.

—Hola, Jenny —me saludó con una pequeña sonrisa.

—¿Ahora vuelvo a ser Jenny?

Él estaba en su habitación. Solo estaba iluminado por una lámpara que tenía al lado. Parecía algo cansado. Seguramente había tenido entrenamiento.

—¿Cómo estás? —ignoró mi pregunta.

—Bien —murmuré. Tampoco quería estar enfadada con él más tiempo del necesario—. Aunque la carrera sigue sin gustarme.

—¿No te gusta?

—No. No me gustan los libros que me mandan a leer.

—Si te consuela, últimamente los entrenamientos no me van muy bien —me dijo—. El entrenador está como loco para que ganemos el próximo partido. Nos hace entrenar el doble.

—¿Cuándo es el partido?

—El sábado que viene.

—Me gustaría ir.

—Lo sé —me sonrió—. Pero ya te contaré cómo va.

—Oye, Monty, ¿has hablado con Nel?

—¿Con Nel? —frunció el ceño—. No mucho, la verdad. ¿Por qué?

—Es que no me responde a los mensajes ni a las llamadas. Estoy empezando a pensar que está enfadada conmigo.

—Cuando te marchaste, parecía bastante triste.

—¿Y eso justifica que no me hable? —puse una mueca—. Menos mal que he encontrado a Naya y a los demás por aquí. Si no, me sentiría muy sola.

—Me tienes a mí —sonrió.

¿Por qué no podía ser así siempre? ¿Por qué se transformaba en un imbécil a la primera de cambio?

—Ojalá pudiera estar ahí contigo —murmuró.

—Bueno... —suspiré—. No es tanta espera. Dentro de dos meses nos volveremos a ver.

—Dos meses sin ti se me harán eternos.

Le sonreí, algo desanimada.

—Pero —suspiró— me alegro de que hayas encontrado algún amigo, cariño.

Me dio la sensación de que iba a decir algo más y no lo hacía.

—¿Y...? —enarqué una ceja.

—¿Y has conocido alguien...? Ya sabes. A alguien.

—Llevo aquí un casi mes, Monty. No me ha dado tiempo.

—Pero podrías haberlo hecho... ¿nadie?

—Nadie —le aseguré—. ¿Qué hay de ti? ¿Algo que... contar?

Qué raro era preguntarle eso.

—Pues... la verdad es que hay una chica que me llama la atención, pero no ha pasado nada.

—Oh —no sabía qué decirle—. ¿Y cómo es?

—Creía que habíamos quedado en no contarnos los detalles —me dijo, algo incómodo.

Antes de diciembre / Después de diciembreWhere stories live. Discover now