25. Theo and Hermione

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THEO Y HERMIONE

Una sonriente Hermione abría la puerta del dormitorio de Harry. Neville le había dicho que él y Annie estaban ahí.

Los encontró a los dos acurrucados y dormidos. A Hermione le encantaba su relación. Los había visto crecer y como su amor crecía junto con ellos, y aquí estaban años después.

—¡CHICOS! —gritó sin poderse contener más. Ambos se sobresaltaron y despertaron.

—¡Hermione! —exclamó Annie dejándose caer contra las almohadas de nuevo. Le había sacado un gran susto.

—¿Qué haces aquí, Herms? —preguntó Harry curioso mientras se colocaba sus gafas.

—Espera —Annie se sentó rápidamente y la señaló con su dedo— estás sonriente, muy sonriente a decir verdad.

Annie entrecerró sus ojos. Una repentina idea le llegó a la cabeza.

—¡Le dijiste que sí a Theo! —exclamó. Hermione se sonrojó pero asintió.

Annie chilló y se abalanzó para abrazar a su mejor amiga. Harry las veía con una sonrisa. Su novia y su mejor amiga felices.

—¡Por Dios! ¿Cómo fue? ¿Que te dijo? ¡Tienes que contarme! —chilló. No podía contener su emoción.

—Estábamos en la biblioteca y él dijo que tenía ganas de salir a caminar un rato. Y pues salimos y anduvimos por los terrenos y se veía nervioso pero no comenté nada —recuperó aire— después nos sentamos en un tronco y me lo pidió.

Annie sonrió.

—Estoy muy feliz por ustedes —sonrió con emoción.

—Dile que si le hace algo a mi hermanita se las verá conmigo —bromeó Harry. Hermione frunció el ceño en señal de confusión, pero Annie sonrió, ya que alguna que otra vez Harry le había dicho que Hermione era como una hermana para él.

—¿Hermana?

—Te quiero como a una hermana, Herms —admitió el pelinegro.

Los ojos de Hermione se cristalizaron un poco y abrazó a Harry.

—¿Verdad que es un lindo? —preguntó Annie a modo de broma.

—Yo no soy lindo —se quejó.

—Claro que sí —debatieron ambas. El pelinegro rodó los ojos.

—Dos contra uno no es justo.

Ambas se encogieron de hombros mientras reían.

(...)

El sábado antes de la primera prueba dieron permiso a todos los alumnos de tercero en adelante para que visitaran el pueblo de Hogsmeade.

—Por favor, James. No quiero estar de mal tercio con Hermione y Theo —suplicó Annie.

—Ann..

—Por favor, por favor, por favor.

—Mi amor...

Annie hizo un puchero adorable, según el pelinegro.

—Bien... pero llevaré la capa —se rindió.

—Algo es algo —sonrió Annie.

Caminaban por Hogsmeade y, aunque Annie sabía que Harry estaba a su lado, se sentía de sobra ahí con Hermione y Theo tomados de las manos.

—¿Porqué no vino Blaise? —preguntó Annie.

—No quería estar de mal tercio —respondió Theo encogiéndose de hombros.

Annie y el Cáliz de FuegoWhere stories live. Discover now