Annie y el Cáliz de Fuego

35. I could do this all my life

PODRÍA HACER ESTO TODA MI VIDA

—Buenos días.

Harry sonrió al ver a Annie despertar. El día anterior no habían podido pasar tiempo a solas, ya que habían ido a visitar a Sirius, por lo que en la noche se quedaron hablando y Annie finalmente se había quedado a dormir.

—Hola —sonrió cerrando sus ojos. Aún tenía sueño.

—Debemos ir a enviar la carta a Percy —le recordó el pelinegro. Annie suspiró, estaba demasiado cómoda.

—Lo sé. Unos minutos más, ¿si? —preguntó haciendo un puchero.

—Sabes que no puedo resistirme a eso —se quejó Harry.

—¿Entonces si te quedas unos minutos más? —preguntó inocente.

Harry asintió. Annie sonrió y recostó su cabeza en su hombro. Comenzó a hacer figuras en el pecho del chico.

—Me gustan tus uñas, ¿sabes? —dijo Harry tomando su mano. Estaban un poco largas y estaban pintadas de un azul claro muy bonito.

—¿Ah, si? —preguntó Annie con una risa.

Harry se encogió de hombros y entrelazó sus dedos.

—¿Has visto a Issa? —preguntó Annie.

—Hace tiempo que no la veo —respondió el pelinegro, pensando.— Me recuerda un poco a mí.

—¿Si?

—Sí. No conoció a sus padres y no la tratan del todo bien en el orfanato. Siento como si fuera...

—¿Una hermana pequeña? —inquirió Annie.

Harry la miró, un poco sorprendido.

—Algo así —reconoció.— ¿Crees que sea extraño?

—No —respondió Annie, pensando— supongo que sientes que ella te comprende y le has tomado cariño.

El pelinegro suspiró. Aveces lo desconcertaba lo bien que Annie lo conocía.

—¿Qué hay de Sirius y Lupin? —preguntó Harry tentativamente.

Annie suspiró. Ese era un tema que la tenía demasiado confundida. Era demasiado extraño que dos personas que nunca habías visto en tu vida resultaran ser tus padres, que habías sido adoptada, alejada de ellos y haber crecido con otra familia.

—No lo sé.. todo es demasiado raro.. ¿sabes? Sé que ellos no tienen la culpa de haber sido separados de mí pero...

—No quieres alejarte de tus padres pero a la vez quisieras pasar algo de tiempo con Sirius y Lupin.

—Exacto.

Se escuchó la puerta del dormitorio abrirse. Era Neville que se sobresaltó un poco al verlos.

—Hola chicos —saludó yendo a su cama.

—Hola Neville —saludó Annie sentándose en la cama.

Se arregló un poco el cabello que estaba en un moño desordenado.

—Chicos, Ron y Hermione los estaban buscando —les dijo tomando algunos libros.

—Es cierto —dijo Annie colocándose sus pantuflas mientras Neville salía de la habitación.

Harry se levantó y buscó la capa de invisibilidad en su baúl, dándosela a Annie.

—Te veo abajo —se despidió con un beso en la mejilla y salió del dormitorio.

(...)