FELT IT | Clint Barton creía que era incapaz de sentir. Estaba completamente volcado en su trabajo hasta que ella llegó a su vida y rompió sus esquemas. Aeryn Boudreau había hecho que Ojo de Halcón sonriese, se enfadase, dudase y que su corazón le l...
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Carta 317:
"Querido Clint,
No hay lugar a dudas de que he tenido una semana difícil. El General Richards no ha dejado de quejarse de que (al parecer) paso demasiado tiempo metida en mi cuarto y de que no "socializo lo suficiente" con el resto del equipo. Pero él no lo entiende. Nadie lo entiende: aquellas personas, aquellos humanos mejorados no sois vosotros. No sois Steve, Natasha, Thor, Bruce, Tony... y no, tampoco estás tú. Ellos nunca serán como vosotros. Y no lo serán nunca, porque yo no dejaré que nadie entre en mi corazón como lo hiciste tú.
Y sé que te he escrito esto un montón de veces, pero no creo que un montón sean demasiadas. Aún estoy enamorada de ti; y probablemente, lo estaré siempre. Incluso si algún día consigo salir de aquí y tú estás con otra mujer, no me quedará más que aceptarlo: pero seguiré siendo tuya. Siempre estaré enamorada de tus ojos, incluso si hace mucho que no me reflejo en ellos. Siempre estaré enamorada de tu risa, incluso si no la puedo escuchar. Siempre estaré enamorada de tus labios, incluso si, probablemente, no pueda besarlos de nuevo. Siempre estaré enamorada de ti, incluso si no puedo verte.
A veces le pido a Dios (y eso que yo no soy de las que rezan) que aún me ames. Pero después me doy cuenta de que ese pensamiento es tan egoísta, que lo desecho enseguida. Porque si le pido a Dios que me ames, entonces le estaría pidiendo a Dios que sufrieras tanto como yo lo hago, y eso no te lo desearía nunca. Espero que siempre tengas presente, incluso si no puedo decírtelo, que quiero que seas muy feliz. Porque Clint Barton no se merece nada mejor.
Perdón, se acaba de manchar el papel. Siento que se corra la tinta, incluso si no puedes leer esto, pero me he descuidado y he llorado encima de la libreta sin darme cuenta.
Bueno, la verdad es que no tengo más que decirte. Ya sabes que no puedo escribir nada sobre las misiones, porque son secreto del estado; y, aunque nadie va a leer esta libreta, he jurado de todas formas no hacerlo.
Ojalá pudiese abrazarte. Aunque fuera por unos instantes. Daría lo que fuera por eso... Te quiero.
