5: El club de los malaventurados

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Dedicado a Lin_lei12. Gracias por tu apoyo y comentarios. Que lo disfrutes❤

Me serví un vaso de jugo mientras escuchaba la versión de Peter de cómo estaba comenzando a coquetear con una chica por Twitter

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Me serví un vaso de jugo mientras escuchaba la versión de Peter de cómo estaba comenzando a coquetear con una chica por Twitter. Ambos llevaban tiempo siguiéndose en la red social, pero principalmente para pelear con el otro, como solía hacer la mayoría de la gente que usaba Twitter. Unos pocos días atrás, él se atrevió a escribirle al mensaje directo, y desde entonces todo ha fluido de la manera que menos esperaban.

—No aguanté más, Vienna —contó—. Ella es socialdemócrata y tuve que enviarle un link para que viera que el libre mercado es la mejor y única solución a nuestros problemas. Continuamos peleando por mensaje directo, hasta que me preguntó: "¿también eres así de intenso en el sexo?".

—Vaya. AshleyBubble66 tiene carácter, me gusta. —Me reí.

Peter se encogió de hombros y despeinó su cabello rubio.

—El punto es que hemos hablado más estos días, y quiere conocerme.

—¡Eso está genial, Peter! —exclamé con auténtica emoción. Las demás personas de aquel sótano voltearon a mirarnos—. Es una gran noticia.

Él suspiró, y de inmediato se le notó el peso de sus inseguridades en cada pequeña expresión de su rostro. Peter llevaba años sin salir con una mujer, creo que ni siquiera se había atrevido a coquetear con alguna. Que alguien que no lo había visto en persona quisiera conocerlo, seguro le llenaba de un pavor inimaginable.

—Lo sé, Vienna. Pero sé cómo terminará resultando. Cuando tenga que bajar la mirada para hablarme, se irá. Nadie querría tener una cita con un paralítico.

Las palabras le salieron con un ápice de tristeza, y me hizo llevarme una mano al pecho.

Peter Realm era un psicólogo cuarentón, que había tenido una carrera exitosa durante sus treintas, época en la que publicó tres libros sobre psicología que alcanzaron una buena posición en el ranking de los más vendidos según el New York Times. Además de ser brillante, Peter venía de una buena familia, y su herencia genética le hacía un hombre muy apuesto. Tenía una esposa hermosa, profesora en la Universidad de Columbia, y dos hijas pequeñas pero talentosas y casi tan excepcionales como sus padres.

La vida de Peter parecía sacada de una película. Hasta que un día lo perdió todo.

En un accidente automovilístico, su esposa y sus dos hijas pequeñas fallecieron. El destino fue tan malévolo con Peter, que no solo lo dejó como el único sobreviviente, sino que le quitó sensibilidad en las piernas. Estaba condenado a usar una silla de ruedas por el resto de sus días.

Peter se alejó de la psicología, se negó a salir de su casa durante un año, e incluso, pensó seriamente en suicidarse.

Hasta que un día nos conoció a Zoe y a mí. Bueno, los tres nos conocimos el mismo día.

Vendiendo mentiras © [Vendedores #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora