16: La mejor forma de pasar la noche con alguien

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Hoy les traigo de nuevo doble actualización para celebrar que superamos las 20mil lecturas.😍 ¡Muchas gracias por el apoyo! No pensé que esta novela fuera a crecer así de rápido considerando que el primer libro está de pago. Así que gracias a quienes están aquí.❤️️

Y si se les sube el hype con este capi, déjenlo todo en los comentarios❤️️

Había sido un fin de semana extraño y esta era una de las pocas veces en las que agradecía que llegara el lunes

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Había sido un fin de semana extraño y esta era una de las pocas veces en las que agradecía que llegara el lunes.

No solo por la boda de Brianna y Magnus —en la que pasé de estar celoso de Wes y Vienna, a recibir insinuaciones por parte de mi amiga borracha—, sino por el encuentro con mi madre, el cual se había repetido en mi cabeza una y otra vez durante los últimos dos días como disco rayado. Creo que por primera vez en casi un año, llegar a LB&T fue como llegar a casa, donde podía olvidarme de problemas para concentrarme en otros.

Tras realizar mi lista de pendientes de la semana, intenté solucionar las tareas urgentes dedicando toda mi concentración y energías a ello, y por fortuna antes del mediodía ya había resuelto la mayoría.

Después de servirme un latte en la máquina de café de la oficina, mis ojos se cruzaron con un Shisui pensativo, ausente, y por encima de todo: callado. Que él no estuviera atiborrando de palabras y relatos a los demás, significaba que algo andaba mal. Incluso llegué a considerar que se había enterado de que tenía cáncer.

—¿Y a ti qué te pasa? —pregunté, acercándome a él.

Sushi se encogió de hombros y no respondió.

Joder. Era más grave de lo que pensaba.

—Ven, vamos a mi oficina —le animé. Quiso replicar pero abandonó la idea al saber que tenía que poner demasiadas ganas en ello.

Cuando se sentó, cerré la puerta. Aún podían vernos todos, sin embargo, nadie podría escucharnos —a menos que pusieran demasiado empeño—. Me senté en mi escritorio y me crucé de brazos, inspeccionando su actitud.

—¿Qué pasó, Sushi?

Finalmente me miró y frunció el ceño.

—Estoy un poco molesto, es todo.

—Vaya, no me había dado cuenta de eso —solté con sarcasmo—. La pregunta es: ¿por qué?

—No quiero hablar de eso.

Exhalé. Si él, de todas las personas, no quería hablar de un tema significaba que ocultaba algo que de verdad le estaba haciendo daño. Shisui era de los que hacían catarsis, no de los que se asfixiaban con sentimientos.

—Pensé que éramos amigos —dije, con cierto tono de manipulación.

Sabía que él había querido ser mi amigo desde el momento en el que nos conocimos, así que ante la mención de la palabra, sus ojos se iluminaron. Y aunque hasta el momento no lo consideraba una persona muy cercana, no podía negar que me tenía un poco preocupado.

Vendiendo mentiras © [Vendedores #2]Where stories live. Discover now