once

3.2K 298 18
                                    

ONCEsentarse

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

ONCE
sentarse

—Entonces, ¿la mataste?

—No lo sé. Acabo de levantarme —le respondió Scott.

Cuando Stiles había ido a recogerlo como algunas mañanas, le contó su extraño sueño desde principio a fin.

—Sudaba como loco y no podía respirar —continuó el moreno—. Nunca me había despertado así de un sueño.

— ¿Enserio? Yo sí, con un final un poco distinto —acotó su mejor amigo.

—Primero, quise decir que nunca tuve un sueño tan real, y segundo, no me cuentes tus intimidades en la cama.

—Está bien, déjame adivinar...

—Lo sé, crees que tiene que ver con que saldré con Allison mañana. Que perderé el control y le desgarraré la garganta.

—No, claro que no. También pienso que lo de Lara es porque claramente aún no la superaste y ya quieres tener algo con Allison —confesó el chico de lunares.

El moreno se quedó viéndolo un rato, pensando en eso.

—Puede ser...

— ¿Enserio? Yo bromeaba, pero escucha, todo estará bien, tranquilo —dijo tratando de tranquilizarlo—. Creo que manejas esto de manera increíble. No es como que haya un curso de Licantropía para principiantes que puedas tomar.

—Un curso no, pero quizá un maestro.

— ¿Quién? ¿Derek? —Stiles le dio un golpe al moreno—. ¿Olvidas que lo mandamos a la cárcel?

—Lo sé, pero la seguí solo porque Lara fue mínimamente herida. La arrastré atrás del autobús, era muy real.

— ¿Cuán real?

—Como si hubiera pasado.

Ambos suspiraron pensando que habían terminado el tema y al abrir la puerta, contuvieron el aliento.

El autobús estaba lleno de sangre.

—Creo que sí pasó.

[]

—Seguro está bien —trataba de tranquilizar el pálido chico a su mejor amigo.

—No responde mis mensajes, Stiles —respondió el hombre lobo con los nervios abundando su cuerpo.

Ambos caminaron mientras trataban de buscar a las chicas, pero la gran cantidad de estudiantes en los pasillos los hacía perderse entre ellos.

—Podría ser una coincidencia, una increíble coincidencia.

—Solo ayúdame a buscarlas, ¿bien?

Desesperado, sintiendo como su lobo interior perdía el control, se recostó en unos casilleros con fuerza. Casi podía escuchar sus latidos, sus ojos brillaban con intensidad. Golpeó con fuerza el casillero rompiéndolo en el proceso. Retrocedió asustado, casi temblando.

—Oh por...

Volteó apenas escuchó esa voz, era Allison. Había chocado con ella provocando que se caigan los libros que tenía en sus brazos.

—Me asustaste —se rio mientras se agachaba a recoger sus libros.

—Estás bien —susurró Scott apenas siendo escuchado.

—Cuando mi corazón vuelva a latir, sí —le sonrió.

El joven le devolvió la sonrisa aliviado.

— ¿Qué? —le preguntó la chica al sentir su intensa mirada.

—Estoy feliz.

Antes de que ella pueda responder, la voz del director sonó por los parlantes anunciando que aunque haya pasado un incidente afuera de la escuela, las clases seguían pasando.

— ¿Almorzamos juntos? —preguntó la chica al terminar de recoger sus libros.

—Sí —afirmó mientras ella le sonreía.

Él la vio irse un poco embobado.

Un dedo tocó su hombro y volteó despertando de su ensoñación.

—Disculpa, McCall —lo llamó Lara, dispuesta a preguntarle sobre si había visto a Lydia.

— ¡Oh, Lara! —el chico soltó un suspiro mientras impulsivamente la abrazaba, tomándola por sorpresa.

Lara se quedó ahí, estática sin saber qué se supone que debía hacer. Con cuidado estiró su mano y palmeó su espalda, para luego tomar distancia. Sin embargo, no pudo no sentirse extraña luego de eso.

— ¿Viste a Lydia por algún lado? —preguntó la morena.

—Y-yo... No, lo siento —el chico negó, luciendo abochornado—. Que bien que luces sana y salva —soltó.

— ¿Por qué no debería lucir así? —la morena enarcó una ceja.

—Porque... Pues, el accidente que pasó, pensé que podías tomártelo a mal, asustarte o así... —excusó el chico.

—Oh, McCall, no te preocupes por mí —palmeó su hombro—. Todo bien por acá —le sonrió.

—Genial, siempre es bueno saberlo —balbuceó Scott—. Por cierto, ¿quieres sentarte conmigo... Digo, con Stiles y yo en la cafetería?

—Lo pensaré —sin dejarlo hablar, se retiró de ahí en busca de su mejor amiga.

DIE TRYING | Scott Mccall¹Where stories live. Discover now