catorce

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CATORCEmantenerse alejada

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CATORCE
mantenerse alejada


El día siguiente, Lara se había despertado en una casa que no era suya. No conocía tan bien el lugar, pero dado que vio algunas camisas de chico que ya había visto antes, pudo identificar que era el cuarto de Stiles Stilinski. 

Se sentó en la cama, logrando tener una mejor vista de toda la habitación. Encontró a Stiles roncando en un sillón, cubierto de una sabana improvisada con camisas. Se volteó y se acercó a una cómoda que estaba al lado de la cama, tenía una alarma encima. Marcaban las 8:15 de la mañana. Todos los recuerdos del día anterior comenzaron a llegar a su mente.

Derek, Scott.

Todo había sido muy confuso y le infundía unos terribles nervios. Sentía que había un tema que necesitaba abrir y conocer un mundo que debería explorar, la cosa era que ella no quería hacerlo del todo. 

La morena de puso de pie y emprendió camino hacía el piso de abajo, esperando llegar hacía una cocina. Se quedó estática al ver a un hombre sentado tomando café y sosteniendo un periódico. 

—Eh, disculpe. Ayer tuve un problema y me quedé aquí porque era muy tarde —dijo endulzando su voz y sonriendo—. Me llamo Lara, espero no ser una molestia.

El hombre la miró y le sonrió, tranquilizándola.

—Sí, Stiles me comentó —dijo tranquilamente—. Es la primera chica que trae a casa, así que discúlpame por preguntar, pero...—tomó aire—. ¿Son enamorados?

—No, no —negó efusivamente la morena—. No me malinterprete, es agradable pero recién lo conozco y sinceramente, no me gustan las relaciones —añadió.

Se dio vuelta y caminó hasta la cocina, que estaba a solo unos pasos.

—Prepararé el desayuno, si no es molestia, claro —el hombre negó quitando importancia y cogió su chaqueta.

—Para ustedes, yo tengo que ir a trabajar —comentó mientras revisaba su celular —. Disculpa por eso, espero un día poder conocernos mejor —se acercó y le estrechó la mano—. Un gusto, Lara. 

Le dirigió una sonrisa y se marchó, dejando a Lara en la cocina sin saber qué hacer exactamente. Ella no solía desayunar, normalmente se salteaba las comidas porque no le parecían realmente necesarias. Tanteó su pantalón y sacó su celular, que esperaba que esté ahí. Puso play a su lista de canciones y moduló el volumen lo suficiente para que no levante a Stiles. Era muy poco común querer hacerle el desayuno a alguien —para ella— pero el joven había sido muy amable en llevarla a su casa y cederle su cama, sin levantarla ni botarla. Lara estaba muy al tanto de que algunas personas en la preparatoria le tenían un grado de odio o rencor, sin sentido, así que agradeció el gesto de Stiles.

La morena buscó en las repisas los ingredientes para hacer hotcakes y dio unos pequeños giros mientras bailaba de alegría al encontrarlos. Se puso manos a la obra. También sacó huevos para hacer huevos revueltos. Básicamente ese era su desayuno de las pocas veces que hacía, la diferencia es que ella se hacía hotcakes de avena. Preparó café y esperaba que a Stiles le guste igual de cargado que a ella. Dio gracias mentalmente por no tener clases hoy. 

Se encontraba lavando los recipientes que había ensuciado y ya había servido los platos en la mesa cuando Stiles bajó lentamente, como si quisiera estar seguro de que Lara era la que estaba abajo. 

—Buenos días —dijo la chica, con el ceño fruncido al ver su aspecto de recién levantado. Aunque se había vuelto más sensible, aún tenía un poco de narcisismo en ella.

—Hola —suspiró el chico, viendo los platos en la mesa—. Pensé que te habías ido.

—No, por lo mínimo debería agradecerte con algo, ¿no? Al menos con comida —añadió lo último por si él lo malentendía.

—Claro —musitó el chico, mientras tomaba asiento viendo la comida. Hizo una pequeña mueca de nostalgia—. Hace mucho no me hacen el desayuno —dijo sirviéndose café, tomó un sorbo y sonrió—. La única que lo hacía era mamá, pero claramente ella no me dejaba tomar café, y si me dejaba, no era así de cargado. Está súper bueno —comentó el chico saboreando cada trago—. Enserio está bueno, ¿cómo le hiciste para que salga espuma por arriba? 

—Trucos que aprendí de casualidad —respondió la chica terminando de lavar, se secó las manos con un trapo seco que estaba ahí y añadió mientras se acercaba a la mesa para tomar asiento—. No te lo diría porque sino tú lo prepararías así y me robarías la receta.

El chico respondió, pero no se le entendió al tener hotcake en la boca. Siguieron comiendo en silencio, el cual no resultaba incómodo. El primero en cortar el silencio fue el joven. 

—Me imagino que tendrás preguntas de ayer —dijo.

—Tengo muchas, pero espero me las cuentes ahora. Todo esto de entablar conversación con alguien que no es de mi estatus social es nuevo para mí —por un momento, salió su lado que se creía mejor que los demás—. Muy nuevo, enserio. Perdón por eso, no quise decir eso. Es como si en mi cabeza hubiera dos personalidades peleando. No entiendo porqué pasa todo esto. Desde que llegó la nueva, todo ha cambiado muy rápido. 

— ¡Exacto! —exclamó el chico, soltando su hotcake—. Ahí comienza todo. Te lo contaré porque es necesario, al parecer —susurró lo último—. Un día quería encontrar un cadáver, no preguntes porqué —se apresuró a decir antes de que lo interrumpa—. Suelo escuchar las conversaciones de mi papá, es el sheriff así que ya te imaginas. El punto es que busqué a Scott para ir a buscar el cuerpo y mi papá me descubrió en el acto...

—En el acto suena raro —interrumpió la chica, riendo levemente.

— ¡No me refiero a ese acto, sino al otro acto!

—Ah, claro, entiendo...—la chica aunque lo vio confundida, asintió.

—El punto es que ese día mordieron a Scott, un hombre lobo lo mordió...—hizo una pausa esperando a que lo interrumpan, pero no fue así—. Ahora Scott es hombre lobo y Derek también lo es y la familia de Allison es de cazadores... lo que viste ayer, fue provocado por una bala que le disparó la tía de Allison a Derek... y casi lo mata —lo último lo susurró, el chico tomó aire luego de contar todo demasiado rápido.

—Entiendo —la chica analizó todo, estaba muy confundida pero no dejaría que se note—. ¿Por qué es necesario que yo lo sepa?

—Aún no lo sabemos. Derek te olió y dice que, al parecer, eres algo... no sabemos qué y está muy nervioso con eso, así que... es muy peligroso todo esto y como no sabemos qué eres, es preferible que te quedes alejada de esto. 

La chica asintió pero no estaba de acuerdo. Le creía, claro que le creía. Ella misma había notado los cambios en si misma. Lara no estaba segura de querer formar parte de todo eso, pero tampoco quería mantenerse alejada.

DIE TRYING | Scott Mccall¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora