trece

3K 274 38
                                    

TRECE¿están bromeando?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


TRECE
¿están bromeando?


Al salir de aquella casa, Lara sentía su ira incrementar, no sabía de dónde provenía eso. Estaba claro que ella era una persona muy irritable, pero aún así, no demasiado para sentirse así ahora. Con paso rápido salió del bosque, sabía dónde estaba cada lugar y el camino de ida y regreso. Se localizaba bien desde muy pequeña. Amaba el bosque casi tanto como amaba los nuevos botines de Gucci que habían salido a la venta la semana pasada.

Al estar en el bosque, sentía como su ira poco a poco se iba desvaneciendo. No apresuró su paso, aprovechó disfrutar el camino, una de las pocas cosas que disfrutaba.

Su mente comenzó a relajarse, incluso ese efecto de tranquilidad duró hasta llegar a su casa, aún luego de escuchar los gritos de su madre preguntándole de dónde venía. Ignoró todo aquello y se tumbó a la cama, pensando todo lo que estaba pasando en su vida últimamente.

Primero, Scott Mccall. ¿Quién se creía ese tipo como para estar en su mente? ¿Por qué diablos comenzó a estar en su mente? Solo quería molestar a la nueva, no desarrollar un mínimo lazo con él. Ella no lo admitiría, pero ese mínimo lazo sería el comienzo de todo.

Se dispuso a realizar su tarea de ese día, para luego dormir lo más temprano posible.

La belleza no se cuida sola; se dijo antes de cerrar los ojos y dejarse llevar por el sueño.

[]

Al levantarse, repitió el proceso de cada día. Desde el primer día, Jackson ya no la recogía, así que comenzó a irse más temprano de lo usual. Algo había cambiado en ella, pero aún no lo admitiría.

El día le fue normal, no sé encontró en ningún momento con nadie que conocía y se quedó para entrenar con las animadoras. Incluso se tomó su tiempo en vestirse al finalizar el ensayo.

Todo parecía ir muy normal, hasta que recibió una llamada de un número que ya le sonaba pero se olvidó de registrar.

—Si llamas para pedir disculpas, puedes comen...

—N-no tengo... —gruñó— tiempo para esto.

—Derek, ¿estás bien?

—No...

De un momento a otro, Lara escuchó como Derek y alguien más discutían por el teléfono.

—Hola, Lara, soy Stiles. Larga historia. Derek está mal, ¿nos puedes prestar tu casa? —se rio nervioso y la joven se preguntó qué pasaba en realidad.

— ¿Qué le pasa?

—Es... difícil de explicar —titubeó un poco—. Pero te enterarás, Derek dice que algún día tendrás que enterarte. No sé a qué se refiere pero... Sí, ya le pregunto, deja de gruñirmese escuchó lo último de fondo, tosió y volvió a hablar—. ¿Nos podrás prestar tu casa? Necesito llevarlo en un lugar, está muy muy mal.

DIE TRYING | Scott Mccall¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora