dieciocho

2.7K 233 23
                                    

DIECIOCHOdividida en dos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

DIECIOCHO
dividida en dos

Lara no sabía cómo pasó, pero de un momento a otro estaba sentada encima de Scott McCall, sintiendo los labios del hombre lobo recorriendo todo su escote. 

A ver, recapitulemos todo lo que pasó hoy.

—La preparatoria Beacon Hills vuelve a tener clases luego de estar cerrada jueves y viernes. La policía busca al supuesto asesino...—antes de que siga hablando, Lara golpeó la alarma. 

Estaba pensando seriamente en cambiar el programador. Con toda la pereza del mundo, la morena se levantó de su cama, soltando algunos gruñidos por lo bajo.

—Odio la escuela —se quejó antes de estirarse—. Bueno, un día nuevo empieza hoy —trató de alentarse, no lo logró. Se dirigió al baño para prepararse. 

Le había dejado un mensaje a Jackson sobre si podía recogerla, así que procedió a cambiarse lo más rápido posible. Salió de su habitación esperando no encontrarse a Margaret, y así fue. Solo encontró una botella de whiskey en la repisa de la cocina. Se imaginó que volvió a tomar.

Apenas llegó Jackson, la morena salió de inmediato. 

—Hola —subió al auto y se miró en el espejo lateral, arreglando un poco su aspecto. Le dio un beso cerca de los labios y le sonrió. 

—Te levantaste un poco distinta —señaló su mejor amigo—. En otros días, me hubieras dicho "hola, Jacky" y me hubieras besado.

La morena rodó los ojos por esa exageración. 

—Solo no te besé, eso no me hace distinta a lo que fui ayer u otros días —comentó sonriendo—. Conduce antes de llegar tarde, tengo examen hoy.

—Como diga, jefa —se burló el chico, sin embargo, condujo tranquilamente a la preparatoria.

— ¿Cómo estás luego de ese día? —preguntó la morena, delicadamente. No quería alterarlo ni nada. 

—Bien, lo suficiente sabiendo que un loco nos quiso matar en toda la noche —desvió un poco la atención de la calle solo para mirar a Lara—. Además de que ese idiota de McCall casi nos dejaba encerrados.

—Incriminarlo es muy fácil cuando no sabes la realidad de las cosas —la chica miró por la ventana, haciendo que Jackson fijara la vista en el camino.

— ¿Y tú las sabes? —interrogó el chico, ahora más que todo intrigado.

Lara suspiró.

— ¡Por supuesto que no! —se frotó los brazos en señal de frío. Aunque se haya puesto una camisa manga larga abajo de su uniforme de porrista, se moría de frío—. Solo no creo que haya hecho algo así para que a ustedes les pase algo.

DIE TRYING | Scott Mccall¹Where stories live. Discover now