𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | Akabane Karma

Cap. 4: Veneno

El timbre que avisa el final del recreo hizo acto de presencia, a lo que Karma-Kun y yo nos miramos al mismo tiempo, le dediqué una sonrisa y nos dispusimos a salir del aula.

—¿Qué clase nos toca ahora?

—Creo que toca química... me saltaría la clase, pero los chicos hablaron de hacerle una emboscada a Koro-Sensei...— Comentó Karma-Kun mientras caminaba a su lado.

—No lograrán nada con algo tan simple... Ahora que lo pienso, Okuda-San dijo que le daría veneno, supongo que en todo el recreo no salió del aula de química. ¡Será divertido presenciar su intento de asesinato!

El sólo asintió dándome la razón, mientras nos sumergíamos en un profundo silencio se me ocurrió molestarlo solo un poco. Aprovechando que iba justo a su lado, lo empujé ligeramente sin despegar mi mirada del frente. El imitó mi acción y algo divertida volví a hacerlo, así fue todo el camino.

Nos paramos justo frente al aula, al entrar me fui directamente con Okuda-San para preguntarle como le dará el veneno a Koro-Sensei a lo que me respondió con un simple "aún no lo sé", la dejé para que terminara el veneno y me dirigí donde estaba Nakamura-Chan.

—Nee~ Nakamura-Chan, ¿quienes le harán la emboscada a Koro-Sensei?

Ella se quedó con un semblante pensativo —Escuché que iban a ser Maehara, Okajima y Mimura, ¿Porqué preguntas?

—Por nada en especial...

Me senté junto a ella y comenzamos a hablar de temas triviales, escuché sonidos en el pasillo y vi como los chicos se posicionaban tras la puerta, saqué mi celular y puse la cámara para empezar a grabar.

La puerta se abrió dejando ver a Koro-Sensei, Yuuma-San y a Megu-San con algunas cajas en los brazos. Comencé a grabar y rápidamente los tres chicos se abalanzaron sobre Koro-Sensei, quien mientras los evadía acomodaba los utensilios en la mesa donde trabajaríamos, yo por mi parte no dejé de grabar ni un segundo.

Los tres chicos terminaron agotados en el suelo, dejé de grabar y me paré de mi lugar junto mi bolso.

—Tsukino-Chan, ¿A dónde vas?— Me preguntó mi rubia amiga.

—A poner en práctica lo que oka-san me enseñó— Le respondí con una sonrisa y me dirigí donde estaban los chicos.

Cuando estaba frente a ellos me miraron, a lo que yo me puse de cuclillas, les mostré algunas fotos de ellos, ya que habían puesto caras graciosas durante la persecución, saqué de mi bolso una botella de agua.

—¿Tienen sed?— Los tres asintieron, le dí la botella a Maehara-Kun y le pedí que le compartiera a Okajima-Kun y Mimura-San.

Volví a mi lugar y saqué algunos de los dulces que Koro-Sensei nos había encargado, noté que algunos me miraban.

—¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara?— Les cuestioné mientras ladeaba ligeramente mi cabeza en señal de confusión, sentí un ligero peso en mi cabeza a lo que voltee a mi izquierda.

—No es nada, solo que ver ese tipo de actos ya no es muy común...— Me respondió Hinano-Chan, quien había posado su mano en mi cabeza.

—Ya veo... Pero... ¡Dejen de verme como un bicho raro!— Les reclamé a todos alzando un poco la voz.

Todos comenzaron a reír, al poco tiempo comenzamos con la clase.

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—¡Se ha puesto rojo brillante! —Exclamé emocionada con los dulces aún en la mano.