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Parte 1/?
Narra Hikari
—Kari, ¿podrías venir a ayudarme con unos papeles?
—Está bien, Bitch-Sensei. Karma-Kun, luego hablamos.
—Okey~
Al salir del aula, seguí a mi tía a lo largo del pasillo con destino al aula que hacia función de 'sala de profesores'. En el transcurso nos encontramos al pulpo y, mientras la adulta a cargo trataba de apuñalarlo, yo le avisé sobre mi tardía llegada al aula y la razón de ello. Después de eso se fue.
Al llegar al lugar en cuestión, ambas nos sentamos en el escritorio que había en el centro del lugar una frente a la otra. Karasuma-Sensei había salido a hacer unas cuantas llamadas por lo que sólo estábamos nosotras dos.
—De acuerdo, necesito que me ayudes con esto; estamos buscando a profesores que puedan darles música y química ya que ninguno de nosotros tres puede hacerlo, así que necesito que me ayudes a revisar sus perfiles. Ya tenemos a dos candidatos, pero ellos siguen estudiando, por lo que si no arreglan sus papeles a tiempo recurriremos a quienes encontremos hoy.
Me limité a asentir levemente y tomar dos papeles de la pila que estaba frente mío.
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—¡Bien! Hemos terminado, ninguno es tan bueno como prometían.
—Supongo que tiene razón...
—Bueno, cambiando de tema. Sabes que pude pedirle esto a cualquiera de tus compañeros, ¿verdad? —Asentí extrañada—Quería hablar contigo, como sabes, tendrán un viaje escolar la semana que viene con destino a Kioto; seré franca, lo mejor es que no te acerques a ese lugar, se que le tienes un gran aprecio, pero considerando lo que pasó hace años no quiero que entres en un shock, aunque sea momentáneo—Iba a reclamar, puesto que-literalmente- había previsto mis intenciones—. Sin embargo, si decides ir, no te retrasaré, pero tampoco me haré responsable. ¿De acuerdo?
—De acuerdo, tía Irina. Gracias por hablarlo conmigo.
—Si no lo hiciera terminaríamos peleadas, otra vez. Anda, ve a clase y entrégale esta carpeta al pulpo. — Me pasó una carpeta donde estaban los 'candidatos' que no nos parecieron tan malos.
Seguido de esa pequeña charla, me dirigí nuevamente al salón donde se suponía estaban dando clase de historia.
Cuando abrí la puerta me encontré con la mayoría de mis compañeros reclamando el porque el ente amarillo que tenemos por profesor estaba tan emocionado por un viaje escolar.
