Cap. 21: Resultados de la apuesta

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Por si se lo pregunta. No, la imagen de arriba no está por que sí.

 No, la imagen de arriba no está por que sí

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Narrador omnisciente

—Karma-chan, ¿sigues enojada?

—Claro que sí, y no me llames así, Hikari.

La de mirada heterocromática hizo un puchero—Bueno, tu fuiste quien propuso la apuesta y aceptó mis términos. Además, ¿tanto te molesta ser mi maid?

La observó de reojo—Si, y mucho. —exclamó furioso.

—¡Oh, vamos! ¡Sólo hice que Rio, Maehara y el pulpo te tomaran fotos con ese traje!

—¿Sólo?

—Pudo haber sido peor. Perfectamente pude obligarte a actuar o algo así frente toda la clase, ¡pero mira! Estamos en la comodidad de tu casa, donde nadie además de mi puede verte usando un traje de maid rojo.

El pelirrojo la observó directamente. La menor se encontraba sentada de costado recargada en el respaldo del mullido y gran sillón oscuro que se encontraba en la sala de estar de la residencia de los Akabane. A los ojos de Karma, su amiga se había "autoinvitado", a lo que la miraba molesto por esa y mas razones.

Aunque en realidad no le molestaba. El chico amaba la sensación de paz y alegría que le proporcionaba la compañía de la peliblanca.

Porque, ya no podía negarlo, esa 'pequeña y torpe albina' lo tenía loco.

Suspiró—Bueno, pero ya tomaron las fotos e incluso se fueron. ¿Por qué sigues aquí?

—¿Estas corriéndome, Akabane? —bromeó la chica a lo que Karma negó divertido. Ella suspiró mientras juntaba uno de los cojines a su pecho—hace unos minutos Akiko-san me mandó un mensaje diciendo que mi padre había llegado temprano... como sabrás, mi relación con el es pésima, así que pensé que no habría nada de malo en refugiarme en la guarida de mi pelirrojo favorito~

El de mirada cobre la observó. El ya la conocía y sabía que la idea de encontrarse con su padre le aterraba, aunque todavía no supiera las razones en un cien por ciento.

El trataba de entenderla, y ella le agradecía profundamente por eso.

—¿Cuánto tiempo planeas quedarte?

—Hasta que alguien que no seas tú me corra.

Suspiró rendido para después pararse del sillón—Iré a quitarme este estúpido traje. Si no quieres que te saque a patadas ordena algo de comer, yo lo pago.

—¡Yo debería darte ordenes a ti! Pero bueno, me interesa así que está bien. Apúrate, Karma-chan~

—¡No me llames así!

Y seguido de eso, subió las escaleras desapareciendo de la vista de la albina.

Que divertido~

𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | Akabane KarmaWhere stories live. Discover now