Capítulo 8

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Abro con pesadez mis ojos, puedo sentir la picazón en estos y sigo sintiéndome con esta cruel necesidad. Afortunadamente ahora me encuentro un poco más tranquilo, pero lo malo de todo esto es que tengo que estar así cinco días. 

—Ma-mamá?— Me muevo de un lado a otro.

Puedo escuchar como la puerta se abre, de ella entra mi madre con unas grandes ojeras.

—¿Cariño cómo te encuentras?— Sin poder seguir soportando la incomodidad suelto un gran sollozo.

—N-no quiero ser un omega— Cierro mis ojos, puedo escuchar como se mueve en la habitación, casi de inmediato siento una manta cubrir mi cuerpo.

Un pequeño gemido brota de mis labios.

—¿Porqué no te gusta ser omega?.

—Quiero salir y cuidar a todos como hace mi hermano, no estar con las hembras y omegas además mi alfa me ha rechazado en mi primer celo, no quiero esto — La tibia mano de mi madre acaricia suavemente mi cabeza.

—No ha-hagas eso— Casi de inmediato retira su mano.

—Perdoname— Suelta un suspiro.

No puedo  soportar mas el calor y me restriego contra la cama de nuevo.

—No se que hacer cariño, el alfa no ha regresado y todo está hecho un desastre afuera afortunadamente gracias a su beta todo está un poco controlado. 

—No quiero esto.

—Quisiera ayudarte pero no puedo, ya te di los supresores pero no funcionan en ti— Ruidos de nuevo se escuchan, pero ahora muy cerca.

—¡LARGO!— El grito horrorizado de mi madre resuena en la habitación.

Abro un poco mis ojos, suelto un gran gemido cuando el olor de la gran excitación de un macho frente a mi llega a mis fosas nasales.

Mi madre intenta sacarlo pero la diferencia de estatura y complexión no le ayudan.

Es uno de los tantos machos sin pareja que no pueden controlarse, un alfa de sangre no pura.

—¡No te le acerques!— La toma por lo hombros y la saca de la habitación luego de esto camina rápidamente a mi lado.

Suelto varios gemidos llenos de completa necesidad, ahora ya no llamo a mi alfa lo llamó a él, lo único que mi cuerpo quiere es aparearse.

Siento como sus manos recorren mi cuerpo, son como fuego en mi piel, me da bruscamente la vuelta, así dejando expuesta mi espalda.

Ya puedo sentir la humedad escurrir por mis temblorosas piernas, las cuales solo están paradas gracias a los fuertes dedos que están enterrados en mi cadera.

Mi cuerpo está desesperado por recibir, suelto un gemido cuando la lengua del macho recorre mi cuello desde atrás, me agacho aún más para poder recibirlo.

Se que después me arrepentiré de todo, pero ahora lo único que quiero es alivio, este hombre es alfa, no sangre pura, pero al final de cuentas alfa.

—Ahh...— Suelto un sonoro gemido cuando toca mi sensible entrada la cual ya está muy húmeda.

Puedo escuchar el sonido de su bragueta al bajar.

Desafortunadamente, dejó de sentir el cuerpo del macho que estaba a punto de montarme.

—¡Maldito!— Puedo ver a otro machos sacar con mucha brusquedad al que estaba apunto de tomarme, entre ellos está mi padre, quien está más que furioso.

Puedo escuchar el crujir de sus huesos, al igual que el de los demás, niego desesperado cuando comienzan a pelear en mi habitación.

Pero importándome poco chillo llamando al hombre, sin embargo se lo llevan a rastras los hombres que acaban de llegar. Saben que si alguien más me toma será un gran problema, se desatará una guerra con el alfa.

—Hijo deja de hacer eso, vuelves locos a los alfas— Mi madre guía aún en su forma lobuna a mi padre afuera de mi habitación, seguido de los otros, un gran portazo se escucha, esta enojada.

—¡QUIERO SALIR! 

—¡NO!— El calor es aún más insoportable ahora que me han tocado.

—¿Porqué te fuiste? 

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El pequeño del Alpha [Jikook][Omegaverse]Where stories live. Discover now