Capítulo 44

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Doy un suspiro mientras meto el tenedor con verduras a mi boca, otro escalofrío me recorre cuando escucho los gritos de agonía provenientes de Susy.

Jimin tuvo la increíble idea de torturarla en la habitación más cercana, quiere que escuche sus gritos y sus suplicas. No entiendo como todavía no se ha muerto por tanta tortura, sus gritos me duelen, y aveces me da asco.

—¡Por favor!— Cuatro personas furiosas torturando a una, eso es horrible, llevan exactamente cuatro días torturándola, Jimin pasa casi todo el día conmigo para luego irse, el ha dicho que odia hacerlo pero que sus ganas de hacerla sufrir son mayores.

Terminando de comer hago el plato para atrás y me levanto con ayuda de la mesa, me siento sumamente cansado.

A paso lento voy al jardín, queriendo un poco aire ya que Jimin no me deja salir, se ha vuelto obsesivamente pegajoso y posesivo, no me quejo, me encanta.

Se de antemano que se enfurecerá pero necesito que el aire me de en el cuerpo.

Apenas abro la puerta del jardín una sonrisa se forma en mis labios, sin perder tiempo me trasformo en lobo para caminar un buen rato.

Teniendo ganas de conocer verdaderamente el lugar donde vive Jimin salgo del jardín para ir a la puerta trasera de su mansión. Trotando veo las casas que son igual de lujosas, las apuestas personas me miran pero nadie se me acerca, algunas pareciera que me ignoran.

Como es costumbre las mujeres tienen provocativos vestidos y los hombres un traje.

Son demasiado sinvergüenza, se besan apasionadamente y se tocan descaradamente, algunos tienen sexo sin importarles que los vean... Mejor dicho nadie los ve solo yo y mi curiosidad, algunos se muerden agresivamente.

Sus gemidos están fuertemente gravados en mi mente nunca me imaginé caminando entre vampiros, siempre me enseñaron lo crueles y desgraciados que son, solo algunos.

—Niño no deberías estar por aquí—  Alzo la cabeza, hay un hombre de cabello rojo y ojos amarillos, tiene una pronunciada barba.

Bajo mis orejas y me siento al saber que mi diversión término.

—¿El rey sabe que estas aquí?— Rápidamente asiento con mi cabeza.

—Bien, entonces puedes ir a donde quieras— Se da la vuelta y desaparece.

Sintiendo un atractivo olor, acerco mi nariz al suelo para seguirlo.

Llego a un árbol que tiene una manzana roja enorme tirada al lado de este su aspecto es delicioso y su olor increíble, sintiendo mi hocico salivar le entierro mis colmillos para después comerla, su jugo es muy refrescante por mi pelaje siento gotas de agua caer pero no me importa.

Cuando termino me encuentro con otras manzanas atrás del árbol que también las como, una vez terminando me doy la vuelta para regresar a casa pero el agua cae fuertemente, con el pánico comenzar a invadir mi cuerpo me dedico a buscar el camino de regreso pero nada más me lleva el olor a tierra mojada.

¡Idiota!

Temblando y con el animo por los suelos busco un lugar para resguardarme, el cual encuentro dentro de un tronco, me hago bolita como puedo para intentar calentarme.

Aprieto mi mandíbula para evitar chillar pronto dejará de llover y podre regresar, ya puedo sentir la cólera de Jimin pero me niego a chillar para que me encuentre.

Al estar por dar a luz, mi aroma se ha ido y esto es para evitar que intenten lastimar a mi descendencia, una vez tenga a mi cachorro mi aroma regresará más fuerte que nunca.

Pasan y pasan los minutos hasta convertirse en horas, el cielo ya puesto negro.

Mi cuerpo tiembla, mi pelaje no se quiere secar y lo peor de todo esto es que no ha dejado de llover.

Por algo no me deja salir, por algo me tiene tan sometido porque soy demasiado tonto como para estar fuera sin alguien a mi lado, porque no puedo cuidar de mi.

Cierro mis ojos esperando que sea un sueño, que no haya sido tan tonto como para salir.

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El pequeño del Alpha [Jikook][Omegaverse]Where stories live. Discover now