El pequeño del Alpha [Jikook][Omegaverse]

Capítulo 52 Final

Veo sentado desde el pasto como mis 2 cachorros juegan en su forma de lobo, siguiéndose el uno al otro mientras se muerden.

Mi segundo cachorro fue un niño de cabellos rubios y con los mismos ojos de su padre, tiene mi mismo carácter, sumiso, su olor es el de un omega... Me encargaré de que nadie lo lastime, que sea completamente feliz.

Mi mano acaricia mi hinchada barriga, mientras que la otra acaricia los cabellos de Jimin quien esta acostado en mis piernas mirando como juegan nuestros niños, ahora puedo decir que nada nos podrá separar.

—Cachorro quiero pedirte algo— Confundido veo como se levanta para después ayudarme, con una sonrisa se arrodilla.

—Amor— Me interrumpe.

—Mi vida eres todo para mi, no puedo imaginar un solo día sin ti quiero estar toda la eternidad junto a ti, por eso ¿Te casarías conmigo?— Saca un hermoso anillo plateado con una bella piedra color azul.

Con los ojos llenos de lágrimas asiento lleno de emoción.

Agarra mi mano y mete el anillo para después besarla, por la puerta entran las chicas gritando de alegría.

Minerva trae cargando una niña de cabellos negros y ojos blancos que de inmediato se suelta de ella para correr a jugar con mis cachorros.

—Bueno les dejo en sus manos a mis pequeños en lo que celebramos el compromiso en nuestra habitación~— Jimin muerde mi labio sensualmente, mientras mete su pierna entre las mías.

—Llévame a la cama— Ronroneo en su oído para después lamer sus cuello y morderlo.

—Yo tengo que ir con mi pareja y no puedo— Hye sale corriendo por la puerta, no a querido cuidarlos desde que la estaban persiguiendo como lobos intentando morderla.

—Creo que nos tocara cuidar a los demonios amor— La voz de Hoseok es lo último que escucho antes de que Jimin aparezca en nuestra habitación.

Me acuesta gentilmente sus labios besan apasionadamente los míos, mientras que mis manos recorren descaradamente su cuerpo hasta llegar a su pantalón que tiene un gran bulto.

—Te amo pulgoso~— Sonriendo con malicia muerdo su labio fuertemente.

—Y yo ti chupasangre.

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