El pequeño del Alpha [Jikook][Omegaverse]

Capítulo 19

Acostado busco con mi mano el cuerpo de Jimin pero este no se encuentra, asustado me siento en la cama.

—Jimin...— No esta, un gran miedo de abandono me recorre, ¿Solo me utilizó? Mis ojos se llenan de lágrimas y un inconsciente gemido de tristeza sale de mi garganta, el no podría.

Con unas entumecidas piernas me intento levantar, pero alguien arriba de mi me lo impide.

—¿Por qué lloras cachorro?— Su lengua lame mis mejillas, su cuerpo se restriega contra el mío sacándome un gemido.

Mi celo ha terminado después de cinco días y estoy demasiado sensible y a causa de eso lo necesito cerca de mi.

—Pensé que me habías dejado y un horrible miedo me recorrió, yo no...—  Sus labios besan los míos fugazmente.

—Completamos el vinculo, si, pero en mi caso "Vampiros" todos tus sentimientos se vuelven más fuertes hacia mi, más necesitado por mi presencia cosa que me fascina— Ronroneo cuando me levanta en brazos.

—¿A donde vamos?— Abre la puerta y camina a paso tranquilo por los pasillos.

—Tienes que alimentarte, debes comer muy bien— Unos fuertes gritos me estremecen, mi cuerpo se pega más a Jimin.

—Es mi hermano, ha estado así desde que murió su pareja y posiblemente en unos días se mate, ojalá— Besa mi frente.

—¡Jimin que le has echo a tu hermano!— Un fuerte gruñido sale de Jimin.

—Dame paciencia con esta bruja— Beso sus mejillas.

—¿Quien?— Susurro en su oído.

—La madre de Taehyung, mi padre se casó con otra después de que matará a mi madre y la bruja ya cargaba con el. 

—¿No tienen parejas?— Sonríe mostrándome esos hermosos colmillos.

—No todos tienen la suerte de encontrar a su pareja como Taehyung y yo, pero el ya no lo tiene eso lo volverá loco. 

—¿Donde esta tu padre?.

—No le importa nada, seguramente esta en su castillo acostándose con muchas mujeres— Una mujer de cabellos amarillos y ojos rojos entra, tiene un ajustado vestido azul además de unos muy altos tacones.

—¡Porque mataste a su pareja! ¿Quieres que muera?— Sus ojos me miran pero rápidamente los quita para ver a Jimin.

—La zorra de tu hijo tocó a mi pareja y también su estúpida pareja lo hizo ¡Esta prohíbo hacerlo y el no obedeció!. 

—¡No me grites soy tu madre!— Jimin suelta una sonora carcajada, una sin gracia, falsa.

—No eres mi madre, solo eres una puta que mi padre utiliza para satisfacerse al igual que todas las demás, el echo de que se haya casado contigo no tiene ninguna diferencia— La veo con la intención de golpear a Jimin pero su mano queda retenida en el aire.

Las manos que me sostienen son negras.

—Fuiste cruel con tu hermano— Baja su mano lentamente.

—Se metió con mis cosas ahora lárgate— Pasa a lado de ella empujándola.

—No estés enojado— Ronroneo en su cuello para después lamerlo, sus manos se aprietan en mis caderas.

—Parece que alguien sigue estando en celo, tu olor sigue igual de dulce— Besa y muerde mi cuello.

—Yo no estoy...— Aprieto mis piernas con fuerza cuando siento la humedad en mi entrada.

—Mientras te este tocando y mimando estarás en celo, nosotros los vampiros somos insaciables no sabemos cuando parar y tu cuerpo tampoco lo sabrá— Me baja de sus brazos y hace que me recargue en la pared, sus manos aprietan mis caderas mientras se restriega en mi.

Una de sus manos entra en mis pantalones tocando mi ya sensible entrada, sus dientes atraviesan la delicada piel de mi cuello haciéndome jadear y gemir de placer.

Mis caderas ya se mueven por si solas buscando su gran miembro para complacerme.

—Tienes que comer— En un parpadeo ya estamos en el comedor, el me mira desde la otra esquina sonriente.

—Jimin yo... — Mi boca se cierra cuando Hoseok entra con una charola la cual pone en la mesa, gruñendo bajo termino de comer toda la comida.

—Hoseok te llevará a la habitación, tengo que hablar con mi padre— Aparece enfrente a mi y besa calurosamente mis labios e intento agarrarlo del cuello para juntarnos más pero desaparece, dejándome con una fuerte necesidad.

Termino de comer y me estiro en la silla.

—Sigame señor, lo llevaré a su habitación— Con las piernas temblorosas me levanto para seguirlo.

Minutos después abre la puerta de la habitación para dejarme entrar.

—Si necesita algo solo diga mi nombre— Desde que estoy aquí su vista no se ha levantado del suelo. Estoy por agradecerle pero ya ha cerrado la puerta.

Atontado me acuesto en la cama restregándome en estas tan solo las toco ya que tiene el olor de Jimin.

Intento evadir el ardor en mi entrada pero poco a poco se va haciendo más fuerte, me acostumbré a tener un alivio de inmediato.

Quito rápidamente mis pantalones junto con la ropa interior, sin perder tiempo con mis dedos acaricio mi entrada para luego meter un dedo.

No es suficiente, claro que no, no ahora que mi cuerpo conoce el placer.

Meto y saco intentado dar alivio pero esta empeorando, cierro mismo ojos imaginando que es Jimin pero nada.

—¿Cachorro quien te dio permiso de tocar?— Abro mis ojos y Jimin esta caminando lentamente hacia mi.

Me estremezco cuando quita con brusquedad el dedo de mi interior.

—N-nadie— levanta mi pierna y la muerde con fuerza.

Succiona un poco de sangre y se separa.

—¿Te viniste?— Entierra sus uñas en mis muslos.

—N-no.— Deja de ejercer presión y me mira 

—Me alegro porque ese es mi trabajo— Me estremezco y grito cuando su miembro me inunda, sin dolor solo placer.

Como de costumbre sus colmillos muerden mi cuello mientras sigue embistiendo, doble placer.

Mis gemidos se volvieron gritos de placer cuando se estrella más fuerte, en cuestión de segundos mancho mi abdomen con mi sustancia. Deja de morder y ahora solo me mira, sus labios tienen sangre haciéndolo ver aterradoramente sexy.

—Nunca te toques, eres mio y soy el único con ese derecho, incluso tu cuerpo no te pertenece —  Amo ese lado tan posesivo que esta floreciendo. 

—Siempre. 

********