Jugando Con El Amor ||Camren||

Família... Problemas y nostalgia...

En aquella misma tarde de viernes, mientras Lauren y Camila conversaban civilizadamente entre las estanterías de la librería, en el piso superior, específicamente en la oficina de Clara, estaba teniendo lugar otra conversación. Ésta mucho más serio.

-No veo razón para esconder ésto de nuestros hijos, Michael! – dijo la madre de Lauren, algo impaciente con la terquedad de su esposo – ¡No quiero fingir que todo está bien, cuando sabemos que no lo está!

-Entiendo tu lado, Clara. Pero no sé cómo decirles la verdad a ambos. Me quedo pensando en la reacción que tendrán. Dejarán de respetarme como su padre, ¿entiendes?

Clara no podía creer en la caradura de su esposo.

-Deberías haber pensado en eso antes de involucrarte con Rebecca. ¡Ahora es demasiado tarde para los miedos y las crisis de conciencia! - dijo la empresaria – No voy a decir nada por ahora, eso porque recibiremos a una amiga de Lauren y Keana ésta noche. Se quedaran el fin de semana. Entonces tienes hasta el lunes para decidirte. Si no lo dices tú, lo diré yo.

Minutos después, vio a su esposo retirarse algo abatido de su oficina. Pero no le importó. Habían pasado casi dos años  desde que mantenía un matrimonio falso para proteger a sus hijos de los engaños de Michael. No haría más eso. Había llegado a su límite.

La empresaria no pudo evitar sentir asco de su esposo. El abogado siempre había sido ambicioso, y estaba cada vez más segura de que por eso se había casado con ella. Para que a través del matrimonio llegara al patrimonio de la familia Morgado.

Afortunadamente, su padre no había sido tan ingenuo como para confiar en su yerno y había mantenido en las manos de sus dos hijos, Clara y Rafael, la administración de la Editora y la Librería que había construido durante toda su vida.

Clara siempre tenía buenas recuerdos de su padre. Osvaldo había sido un hombre rudo, de una educación rígida. Pero siempre había respetado la individualidad de sus hijos.

Él había enseñado valores a ella y su hermano que los ayudaron a crecer y perseverar. Reconoció que éstos, habían sido fundamentales en el éxito que ambos habían logrado con tanto trabajo y dedicación.

Algunas personas, cuando no la conocían íntimamente, tendían a encontrarla fría y distante. Incluso antipática, tal vez. Pero cualquiera que fuera amiga de Clara sabía que ella era demasiado exigente y práctica nada más.

Su sentido práctico fue la clave cuando descubrió la traición de su esposo. Michael estuvo manteniendo una aventura por mucho tiempo con su propia secretaria en la empresa para la que trabajaba. Clara tomó conocimiento del hecho, cuando la chica embarazada y abandonada fue a buscarla, ella no se conmovió emocionalmente.

Hace mucho tiempo que su matrimonio no iba muy bien. Y eso solo le mostró más fácilmente la salida a tomar. Ella solicitó el divorcio la misma semana y un mes después estaba separada legalmente de su marido. Ella solo aceptaba su presencia en su casa, porque él era el padre de sus hijos.

Rebecca, la chica embarazada, había recibido toda la ayuda por parte de Michael, debido a las presiones que ella misma había hecho. La niña, media hermana de sus hijos, se llamaba Taylor y tenía casi dos años. Pero todavía no conocía a ninguno de sus hermanos. Clara recordó organizar ese encuentro tan pronto como se revelara la verdad a sus hijos.
Estaba sumida en sus pensamientos, cuando escuchó un golpe en la puerta de su oficina.

-¡Puedes entrar, hija! – ella dijo simplemente. Aquel aroma y esos golpecitos tan conocidos, solo podía tratarse de Lauren.

Ella entró sonriendo, sin mucha ceremonia en la oficina de su madre. Todavía estaba bajo el efecto "Camila", pero no le pasó desapercibido ver su padre saliendo cabizbajo y abatido.