Jugando Con El Amor ||Camren||

Propuestas tentadoras...

Lauren y Ed habían decidido descontar lo que Malú había hecho a la chica y a Camila. Sabían que al exponer el vídeo que habían grabado con el chico, ella perdería su trabajo, pero ambos se habían dado cuenta de que la universidad podría no ser tan condescendiente con el chico. Por eso decidieron hacerlo de una manera diferente.

Ed siempre había sido bueno en informática y con paciencia y algunos programas, logró modificar el vídeo para que siempre apareciera una franja negra en su rostro, mientras que el de Malú seguía expuesto.

La delantera quería desmoralizar la preparadora, transmitiendo la película en pleno juego de la Metropolitana, pero no podía hacerle eso a Camila. Eso terminaría alcanzando el equipo, y aunque a ella no le importaba las otras chicas, su novia estaba realmente muy emocionada por volver a la cancha.

La oportunidad perfecta sería la reunión semestral de profesores, que según informó Ed, ocurriría poco después del campeonato Regional. Como se había prometido antes, Malú pagaría caro por lo que había hecho.

Sin embargo, otra cosa había estado perturbando los pensamientos de Lauren en los últimos días. Había recibido una llamada de su antigua entrenadora, Verónica. La misma había escuchado que ella ya no jugaría por la Metropolitana y había decidido invitarla a volver a defender la Provincial.

La chica se sorprendió de cómo las noticias corrían rápido en los vestidores de los campeonatos universitarios. ¡Habían pasado unos días desde que le había informado eso a Dinah y su antigua técnica ya lo sabía!

-¡Me enteré el por qué lo dejaste, Laur! – ella le dijo por teléfono – Y lo entiendo perfectamente. No puedo prometer una reacción diferente de las chicas, pero en contrapartida ellas te conocen desde hace tiempo. Jugaron dos años contigo y son tus amigas. Creo que la adaptación sería más fácil.

-Creo que en ese punto tienes razón, Verónica. Pero el punto es que estoy pensando en cambiar de curso y la Provincial no ofrece Administración de empresas. ¡Y ambas sabemos que no puedo estudiar en una universidad y jugar para otra!

La ex entrenadora quedó hesitante.

-¿No está tu decisión sujeta a cambios? – ella preguntó – La Provincial está dispuesta a ofrecerte una beca completa, Laur. No pagarás nada por estudiar y por encima tienes derecho a alojamiento deportivo, es decir, el mejor en el campus, ¡ya que son dormitorios únicos!

Esa propuesta era muy tentadora para la chica. Al menos no le daría gastos a su madre y podría volver a trabajar con su Tío Rafael en el Editoral Genius. Lo difícil sería estar un poco alejado de Camila y de su familia. ¿Valdría la pena volver?

-Confieso que tu propuesta es muy tentadora, Verónica. Pero no puedo decidir algo así. Tengo que hablar con mi mamá y con mi novia. Conocer sus opiniones. ¿Puedo darte una respuesta más tarde?

-Hagamos lo siguiente, te daré algo de tiempo hasta la final del Regional. Tenemos cuatro juegos más, casi un mes. Incluso si regresas, no podría incluirla en la competencia, ya que comenzaste defendiendo la Metropolitana, pero la LIVU está en la esquina y te queremos con nosotras. Piénsalo bien, ¿vale?

La LIVU era la Liga de Voleibol Universitario, la competencia nacional más importante de esa categoría.

Lauren le garantizó que haría eso.

-Dale un fuerte abrazo a las chicas por mí y suerte en el próximo juego. – dijo la delantera antes de colgar el teléfono.

¿Será? Antes estaba feliz de haber vuelto a casa a principios del año, con la esperanza de cumplir sus sueños en su ciudad y cerca de su familia. No pudo evitar pensar que ese cambio, a pesar de las crisis, había sido muy productivo. Había ganado una hermana muy tierna y una novia hermosa y apasionada. ¿Qué pensaría estas y su madre si decidiera volver? ¿Valdría la pena permanecer en el curso, para satisfacer su mayor deseo de volver a jugar? ¡Y todavía tenía que pensar en Keana! Estaba segura de que su prima no se sentiría tan tranquila con su cercanía con Kendall otra vez. Por mucho que juraran que no había más nada entre ellas. ¿Se contentaría con ver a Camila y amarla solo los fines de semana? ¿O sería un anhelo tortuoso aunque estuviera a unas pocas horas de viaje?

"¡Oh, que vida complicada y confusa!" – pensó Lauren – "¡Tantas decisiones difíciles de tomar!"

Con más dudas de lo habitual, allá se fue la chica para más un expediente en la librería de su madre.