Amor... Sublime Amor...

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Para Lauren pasear con su hermana era maravilloso. La niña siempre curiosa, deteniéndose para ver y siempre queriendo tocar en todo. Pero en aquella tarde, ella estaba aún más feliz porque había estado con Camila a su lado.

Habían caminado juntas por el centro comercial, Tay entre ellas, sosteniendo sus manos con sus pequeñas manos. Sonriendo y divirtiéndose como nunca antes.

Tomaron helado, comieron palomitas de maíz, jugaron en la piscina de pelotitas, bebieron refrescos y Tay incluso ganó chocolates de regalo de Camila. Lauren no pudo evitar pensar que Rebecca desaprobaría todos esos mimos. Pero sabía que la secretaria debe estar con los pensamientos lejos de su hija en ese momento. Ed estaba con ella. Y la delantera esperaba que todo se arreglara entre ellos.

Lauren estaba realmente sorprendida con el romance. Nunca pensó que Rebecca estaría interesada en su primo. Ella hacía el estilo que le gustaba los hombres mayores, pero parece que Ed había logrado cautivarla.

Y aparentemente su conversación estaba siendo bastante larga, ya que habían pasado horas desde que ella y Tay habían llegado a su casa. La niña ya roncando en la cama de su hermana.

Camila se había ido a casa poco después de su llegada. Necesitaba terminar algunas revisiones para el día siguiente, y no cedió a las peticiones suplicantes de Lauren, para que durmiera con ella.

-¡Ojalá pudiera, Laur! – dijo la levantadora sonriendo y abrazándola – ¡Pero hoy no es posible!

Lauren la miró con tristeza.

-¿Me dejarás así necesitada? – preguntó.

-¡Lauren! – exclamó Camila riéndose – ¿Y que fue eso en el baño hoy? Quién te escucha piensa que hace días que apenas nos tocamos.

-Ah, ¿media hora, mi ángel? ¿Lo dices en serio? Media ni siquiera es un aperitivo contigo! – explicó la delantera sonriendo – Siempre necesito más y más. ¡Horas y horas para saciarme, momentáneamente, de ti!

Camila no se resistió a la declaración y la besó con deseo.

-Eres muy hermosa, ¿sabes? – preguntó – ¡Y ese lado pervertido tuyo me pone muy caliente!

-Humm... ¿Ves? – dijo Lauren abrazándola fuertemente – ¡Otra razón para que te quedes!

La levantadora luchó para soltarse y sonrió.

-Prometo quedarme contigo mañana. ¡Pero hoy no puedo! – dijo ya tomando el bolso para irse. Y volviéndose hacia Tay, que jugaba en el sofá – Me encantó pasear contigo, hermosa. ¡Lo haremos más a menudo!

-¿Habrá más chocolate? – preguntó la niña sonriendo y enlazando a Camila por el cuello. Besando su mejilla.

La levantadora se rió y besó su rostro.

-¡Por supuesto, listilla!

El beso de despedida con Lauren fue largo y cariñoso. Las dos apoyadas contra la puerta de salida, pero en la parte de adentro.

-¡Nos vemos mañana en la universidad! – dijo Camila logrando alejar su boca de los labios de la delantera – ¡Ya te extraño!

-¿Y yo? Tendré que tomar varias duchas frías para bajar las ganas que te tengo ahora.

Las dos sonrieron cómplices.

-Te amo, ¿Vale? – dijo Camila besándola de nuevo rápidamente.

-¡También te amo, mi ángel! ¡Cuídate!

Jugando Con El Amor ||Camren||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora