Recomenzar...

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Kendall nunca había sentido su vida tan aburrida antes. No tenía más ganas para salir y cuando salía las fiestas ya no eran tan divertidas como antes. La estudiante de enfermería sabía que le faltaba su compañía ideal la que siempre la divertía y la hacía sonreír. Sin Lauren, todo era muy aburrido.

Si las fiestas ya eran un asco, en lo referente al sexo, la chica se estaba desesperando. ¿Por qué era tan difícil conseguir a alguien que entendiera su forma de hacer el amor? ¿Que aceptara sus locuras y especialmente que la mirara de esa manera traviesa y seductora, como si fuera la cosa más hermosa que él haya visto? La marea estaba bajísima en ese sentido. Los hombres un terror y las chicas, demasiado inexpertas. Pasaban una noche con ella y ya amanecían enamoradas, queriendo su número, haciendo cobros. ¿Que carajo les pasaba?

Incluso Jessica, su compañera de cuarto, había llegado a la conclusión de que prefería despertarse con Lauren durmiendo con su amiga, que aquellas novatas.

-Al menos Lauren tenía conversación en la hora del desayuno! No teníamos que hablar sobre moda, diseñador, esas tonterías de esas cabezas huecas que has estado recibiendo, Kendall.

Kendall asintió con la cabeza. Extrañaba a Lauren más de lo que había pensado que haría. Su piel quería sentir aquellas manos suaves nuevamente, su cuerpo quería aquel sexo ardiente, intenso, frenético, y placentero que hicieron y rehicieron por la noche. Y ella quería mirar de nuevo esos ojos color esmeralda y ver mucho más que excitación. Ver cariño, respeto, afecto. Necesitaba desesperadamente a Lauren.

-Ve a visitarla, Kendall. – dijo Jessica alentándola – ¿No dijiste que ella y la tal jugadora terminaron? ¿Entonces? La chica está libre para ti!

-Sí, lo he estado pensando cada vez más. Keana me aseguró que las dos no están juntas. Ella y su prima han hablado por teléfono varias veces. ¿Pero será que funcionaría? Quiero decir, ¿para las dos? ¿Y si ella sigue enamorada de esa tal Camila?

Jessica sonrió.

-Siempre fuiste confiada, Kendall! ¡Ve allí y 'desenamora' la chica!

Kendall sonrió. Nunca antes había tenido problemas de autoconfianza. Pero con Lauren las cosas eran muy diferentes. Todavía no había un amor fuerte y declarado, pero la jugadora de voleibol había dejado de ser alguien 'descartable' para ella. Eso le daba miedo.

-¡Está decidido! – dijo Jessica levantándose emocionada – Aprovecha el fin de semana que está llegando y ve a visitar a tu amor. Como buena amiga que soy, hasta te presto mi coche.

Kendall miró a su amiga con recelo. Cuando la limosna es demasiado el santo desconfía.
Jessica se rió.

-¿Qué? ¡Ganamos las dos! Tú con tu linda y yo aquí, todo el fin de semana a solas con Marcelo. ¡Plan perfecto!

Kendall se rió. Al menos el final de semana parecía tener todo para ser perfecto. Con solo verle a Lauren, ya le daba esa esperanza.

La última semana antes del inicio del Campeonato Regional de voleibol fue sinónimo de entrenamientos duros y mucho diálogo para motivar el equipo. Dinah quería que todas las atletas dieran lo máximo que pudieran, y los colectivos mostraron que el equipo titular estaba bien preparado.

Al contrario de lo que esperaban la técnica y Lauren, la elección de la atacante novata en el equipo titular no causó mucha conmoción en el equipo. Las jugadoras estaban ansiosas para entrar en la cancha y aunque Taylor y algunas otras miraron con incredulidad la elección de Lauren, a las demás les pareció muy normal. Vieron a la chica jugando. Y sabían que ella era buena.

Jugando Con El Amor ||Camren||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora