A unexpected miracle. //Innefable Husbands//Mpreg//

13

Tres meses antes del nacimiento del bebe.

Crowley y Aziraphale estaban juntos en la habitación. La atmósfera era tranquila y llena de paz. Por suerte para ambos la pareja bruja/humano no estaba en la casa y tenían ese momento solo para ellos... Ellos y su bebé que cada día parecía más grande, y más caprichoso.

Parecía que al no nato no le gustaban las fresas, cada vez que el ángel las comía unas náuseas insesantes lo atacaban, así como cada vez que Crowley salía empezaba un dolor en su vientre. Parecía no querer estar lejos de su padre.

—Creo que nacerá pronto... —Murmura el ángel, siendo acariciado y disfrutando de los suaves toques que el demonio le daba.

—¿Hablas enserio?

—Si... Lo siento en el fondo, parece que no se quedará aquí hasta los nueve meses. Esta impaciente por nacer...

—Vamos, seguro solo quiere conocerte...

—Y a ti..  Cada vez que le hablas se mueve mucho. Aveces duele un poco. —Crowley le beso suavemente.

—También muero por conocerlo...

—Espero se parezca mucho a ti. —El demonio rió

—Yo espero que no, si sus ojos son como los míos, será muy dificl para el...

—Tu usas lentes oscuros todo el tiempo.

—Si, pero será un bebé. No creo que sea muy fácil que vaya a clases usando un par de gafas oscuras. —El ángel sonrie y asiente.

—No tenemos nada para el... Solo el mameluco que compraste, pero fuera de ello, no hay nada...

—Lo habrá, Ángel... Cuando nazca y nos vayamos de aquí, conseguire un buen lugar para nosotros, tendrá su propia habitación con una cuna. —Ambos se besaron, fue un beso tierno que fue subiendo en intensidad. Las manos del demonio resbalaron a las caderas del ángel para apegarlo a su cuerpo, tarea algo dificil dado el vientre de su pareja.

—Crowley... —Jadeo Aziraphale, sintiendo la temperatura elevarse lentamente en su piel. El demonio retiro la sudadera del ángel y pasó sus manos por debajo de la piel, siendo tierno con la barriga pero buscando subir a su pecho. Cuando los dedos del demonio se acercaron a esa área, ambos abrieron los ojos sorprendidos. Aziraphel se movió más rápido de lo que nunca había hecho en su larga vida. Apartándose de inmediato y poniendose de pie para después solo correr al baño.

—¿Ángel? —Crowley estaba igual de sorprendido. Se incorporó lo más rápido que pudo para seguirlo, pero un portazo en su rostro se lo evito. —Ángel, no hagas esto.

—¡Dejame solo! —El pelirrojo Gruño.

—No lo voy a hacer. —Dice tajante. — ¿Que fue eso...? Sabes que no voy a juzgarte ni mucho menos dejarte pero...

—¡Es horrible! ¡No quería que lo supieras!

—¿Saber que? —Solo hay silencio, espera impaciente una respuesta que no llega hasta algunos minutos después.

—Empezaron a hincharse... —Murmura el ángel. — Gotean y... Es horrible. —El demonio chasquea y la puerta se abre, dejando ver a Aziraphel sentado sobre el baño y con ambas manos cubriendo su rostro.