Extra 1

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Cuando Belzebu reaccionó, estaba a la afueras de Tadfield. Hacía unos segundos recordaba claramente que estaba por asesinar a un ángel... Y ahora estaba a varios kilómetros sin saber que había ocurrido exactamente. Tardo unos minutos en notar que a su lado estaba Gabriel, se veía casi tan confundido como ella, parpadeaba bastante rápido, como deseando que todo se tratase de un error en su vista, pero no fue así.

—¿¡Es enserio!? — Beel se aparto unos pasos al escuchar el rugido de rabia por parte del ángel. — ¡Esto tiene que ser una maldita broma! — El ángel camino el círculos con la mirada fija en ningún punto en específico, sólo caminaba con los labios apretados fuertemente. El demonio no sabía que estaba sucediendo y no le importaba mucho, pero algo le hizo preguntar.

—¿De qué estás hablando?

—¿No lo vez? ¡Esto fue el plan del todo poderoso! ¿Y sabes que? ¡Le importo un carajo y evito que mataramos al estúpido de Aziraphale —Beel estuvo por decir algo, pero un nuevo rugido de ira por parte de Gabriel lo detuvo. —¿¡Es eso, Dios!? ¿¡Ahora el es tu favorito!? — Grito mirando al cielo. — ¡Como si no supieras que cada vez que tienes un favorito todo se va a la mierda! ¿¡Ya olvidaste a Lucifer!? — no hubo una respuesta y en el fondo eso aliviaba tanto al demonio como al ángel. — Es como si solo amara a aquellos que rompen sus reglas...

—Entonces rompelas. — El ángel miró sintiéndose ofendido al señor de las moscas. Beel lo había dicho por mero error, solo había pensado en voz alta.

—¿Bromeas? Soy un ángel...

—Yo también lo fui... Lucifer también..

—Esto es una tontería. —Gruñe. — Lo mejor será que vuelva, tengo que arreglar este fiasco en la oficina, Miguel no estará contento.

—Si, si... Ojala te hechen del cielo por ser un fracaso.

—¿Disculpa?

—Lo que escuchaste. — Se da la vuelta sin importar. — Además, sería lindo seguir conversando contigo... Eres un completo idiota, pero, no eres tan desagradable como creí... —Gabriel queda estático en su lugar. Busca encarar al demonio pero este se niega, dándole la espalda.

—Tu tampoco eres tan desagradable. — Beel ríe de una manera seca y algo aterradora pero que no parece afectar al ángel. Cuando se gira, ve que el ángel lo mira fijamente.

—El cielo querrá tu cabeza en una bandeja si te escuchan decir eso.

—Bueno, no quisieron la de Aziraphale, Apesar de llevar siglos entablando una relación con un asqueroso demonio.

—Pero tu no eres Aziraphale. Quizá el todo poderoso envíe a un ejército de Angeles para cortarte las alas. —Una sonrisa se forma en su rostro recordando el día de la caída.

—Solo dije que no eres asqueroso... Eso no es un pecado, o al menos eso espero. Si lo es, sería un inconveniente para mi. —Acomoda su corbata y peina su cabello. Estaba extrañamente nervioso, debía volver al cielo pero algo en su interior le pedía quedarse con el demonio.

—Pero quizá Dios no te favorece.

—¿Crees que lo haga si me porto mal? — El demonio hace una mueca.

—Depende de a qué te refieras con eso. Lucifer penso lo mismo que tu y henos aquí. — En cualquier caso, si trabajo seria tentar al ángel correcto a pecar, pero, por alguna razón intentaba evitarlo. No quería ni pensar en qué dirían los de su bando si escucharán sus palabras. Proteger a un ángel era un chiste de mal gusto. Era su enemigo mortal ¿no?

—No pienso caer... Solo, sería para llamar la atención del creador. Quizá sería interésante.

—¿Ah, si? — La sonrisa de Bel se ensancha. — Me preguntó ¿qué es para un ángel el "portarse mal"? Supongo que para ustedes debe ser un concepto que no entienden. ¿Que harás? ¿Tirar una botella de plástico en el basurero de orgánicos? — El demonio de quedo callado, su cuerpo se quedo estático. El shock inicial se pasó, haciendo que poco a poco cerrará sus ojos.

Los labios de Gabriel eran cálidos y dulces contra los suyos.

El beso que se dieron fue a penas un roce que duró más tiempo del que el ángel esperaba, pero menos del que le hubiera gustado. Se separaron.

—Ahora entiendo la fascinación de Aziraphale con el demonio Crowley... —Las mejillas de Beel se encendieron sin que ella lo quisiera.  Gabriel camino para alejarse y marcharse. Cuando estuvo apuntó, la voz del Belzebu lo detuvo.

—¡Creo que sería una buena idea mantener vigilado a Crowley y Aziraphale! — Gabriel sonrie.

—Lo es.— Le da una suave mirada— Te veo mañana.

—¿En donde?

—No lo se. ¿En que lugares los humanos tienen citas.

Y si, el príncipe del infierno se reunió con Gabriel al día siguiente y el siguiente. Pero en sus planes estaba todo, menos mantener vigilada a la pareja de Aziraphale y Crowley.

Quizá, este era el plan inefable para unir el cielo y el infierno. ¿Quién puede saberlo además de mi?

A unexpected miracle. //Innefable Husbands//Mpreg//Where stories live. Discover now