Merlín y la Princesa del Destino

Capítulo 4

Banquete de Reyes

Merlín observaba a Diana paseando en compañía de un caballero de Camelot. Mientras el jovencito cepillaba a los caballos, no apartaba la vista de aquel dúo sonriente que se murmuraba cosas. Recordó las veces en que él y ella habían hecho lo mismo, y por un momento creyó compartir algo más que un simple sentimiento de amistad con la joven hermana de Arthur.

- ¡Qué iluso! ¿Cómo iba ella a fijarse en mí? No soy más que un sirviente. Ella es la princesa de Camelot- pensó con amargura Merlín, dedicándose con furia a su labor.

Mientras, Diana y su acompañante mantenían una amena conversación a unos cuantos metros de donde se encontraba el jovencito.

- Dime, Sir Leon- habló la princesa- Eres uno de mis mejores amigos y un buen consejero, así que aclárame una duda.

- Dígame, mi lady- dijo Sir Leon cortésmente.

- ¿Cómo conseguiste que tu padre te autorizara a casarte con aquella campesina?- preguntó Diana con curiosidad.

- No fue nada fácil; de hecho, creo que no le quedó más remedio- río Sir Leon- Pero yo amo a Charlotte, sin importar su origen humilde.

- Eso es muy dulce- comentó Diana.

- ¿Por qué lo pregunta?- inquirió Sir Leon con suspicacia- ¿Está enamorada de algún plebeyo?

- Bueno, parece que soy un libro abierto- admitió Diana con una sonrisa.

- Es como decía mi abuelo, el amor y la tos no pueden ocultarse- dijo Sir Leon.

- Bien, no me importa que tú lo sepas. Eres un amigo fiel y confío en tu discreción- alegó Diana persusiva.

- Cuente con ello- afirmó Sir Leon- ¿Puedo preguntar de quién se trata?

- Cuando sepa lo que él siente por mí, te lo diré- respondió Diana con una mirada melancólica, pensando en que no conocía aún los sentimientos del joven hacia ella.

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- ¡Merlín! ¡Apresúrate!- gritó Arthur.

Merlín entró a la habitación, trayendo un par de camisas en las manos.

- No falta mucho para el Banquete de los Reyes- añadió Arthur, poniéndose una camisa con ayuda de Merlín.

- ¿Banquete de Reyes?- preguntó intrigado Merlín.

- Es una celebración anual, en la que los soberanos y príncipes de los Cinco Reinos se dan cita en uno de ellos para renovar los tratados de paz y hacer un banquete, celebrando estos- explicó Arthur, acomodándose la capa- Casi siempre escogen Camelot, porque encuentran divertidos los disparates que hace mi hermana en el salón real mientras padre se encuentra firmando los tratados a puertas cerradas con los otros reyes.

Merlín frunció el ceño en señal de extrañeza.

- ¿Recuerdas el año pasado, cuando obligó a Gwen a cantar con ella Love immortal*?- inquirió Morgana divertida, entrando por la puerta en ese instante.

- Pero no se equivocó, Gwen canta bien- comentó Arthur sin mostrar enojo por la irrupción de Morgana en su aposento, como hubiera sucedido en otro momento.

- Los invitados ya llegaron, el rey te quiere en el salón en un minuto- informó Morgana- Veremos qué sorpresa nos tiene Diana para esta noche.

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