Merlín y la Princesa del Destino

Capítulo 17

Al descubierto

- Gaius, estoy muy preocupada por Diana- dijo Morgana con visible angustia, sentada frente al anciano médico- Aunque intenta ocultarlo, ha tenido muchos malestares durante estos últimos días. Apenas prueba bocado; ni el olor de la comida soporta. Hoy mismo, no ha querido levantarse de la cama y me preocupa que pueda estar enferma.

- Tranquila, Morgana, creo que me hago una idea de lo que le ocurre- dijo Gaius con una sonrisa pícara.

Sin más preámbulos, ambos se dirigieron a la habitación de Diana, encontrándose a la princesa un poco pálida y ojerosa, con unos gestos soñolientos y cansados que la hacían lucir mareada.

- Buenos días, querida- saludó el galeno.

- Buenos días, Gaius y Morgana- dijo Diana con pesadez, restregándose sus ojos cansados.

- Morgana me ha dicho que no te has sentido bien últimamente- empezó Gaius.

- Mi hermana exagera, sabes cómo es. Estoy perfecta- fingió Diana, intentando recomponerse y sonreír.

- Tu aspecto no lo demuestra- señaló Gaius, a lo que ella bajó la cabeza- No me tomes por indiscreto, pero es necesario que te pregunte esto. Durante los seis meses que llevas siendo esposa, ¿has compartido muchos momentos de intimidad con Merlín?

- ¡Por los dioses, Gaius!- exclamó Diana escandalizada, sonrojándose por completo- ¡¿Qué clase de pregunta es esa!?

- Es necesario que respondas- dijo Gaius con paciente y reposado tono.

- Pues...sí. Han sido...innumerables esos momentos- balbuceó Diana ruborizada.

- Entonces, ya sé lo que tienes- dijo Gaius de modo intrigante, las chicas lo miraron expectantes- Estás esperando tu primer bebé- anunció emocionado.

Rebosantes de emoción, las chicas se abrazaron con una sonrisa enorme. El posterior examen de Gaius confirmó su primera impresión.

- ¡Felicidades, hermana!- exclamó Morgana, abrazándola con fuerza pero cuidadosamente.

Una lágrima de felicidad escapó de los ojos de la princesa. Pero, rebasado el impacto inicial de la revelación, se llenó de valor para preguntarle a Gaius lo que les atormentaba a ambas desde hacía tiempo.

- Gaius, tenemos algo que preguntarte- dijo Diana; Morgana la miró con aprobación, había llegado el momento de la verdad- Y, por favor, no nos mientas.

- Sería incapaz, mis ladys- dijo Gaius confundido- ¿Qué quieren saber?

- ¿Es verdad que Morgana es la primogénita de Uther? ¿Es cierto que no soy hija de lady Ygraine?- soltó de golpe Diana.

Gaius reaccionó como si le hubiesen asestado un mazazo en la cabeza.

- ¿Quién les dijo eso?- preguntó inquieto.

- Nuestra hermana mayor, Morgause- respondió Morgana.

Gaius bajó la cabeza y suspiró contrariado.

- Todo es cierto- admitió.

Las dos muchachas respiraron hondo, como si les hubiesen quitado un gran peso de encima. Ya se habían acostumbrado a la idea, solo necesitaban una confirmación.

- No te preocupes, Gaius, no diremos nada- lo tranquilizó Diana al ver la expresión compungida del médico; Morgana asintió en acuerdo.

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- ¿Qué nombre le vas a poner?- indagó Gwen, muy entusiasmada con la noticia que acababa de recibir.

- Se llamará Ismael, que significa "ser fuerte contra el destino"- respondió Diana, tocándose su vientre aún plano con infinita ternura.