Merlín y la Princesa del Destino

Capítulo 16

Vidas unidas

- ¿Dónde has estado, Lancelot?- inquirió Diana curiosa, caminando al lado de este junto a Morgana.

- Aquí y allá, entreteniendo a bandidos con mi estilo de lucha por dinero- dijo el aludido con tristeza- Parece ser que ese es mi destino.

- No digas eso. Cuando mi hermano se convierta en rey, todo cambiará y podrás ser un caballero- lo consoló Diana.

- Gracias, mi lady. Por cierto, sus secretos están a salvo conmigo- mencionó Lancelot.

- ¿Cuáles secretos?- preguntó Morgana desconcertada.

- La magia que poseen ambas- respondió Lancelot en tono discreto.

Morgana agrandó los ojos asustada, pero Diana le hizo un gesto tranquilizador.

- Podemos confiar en él, Morgana- dijo la princesa.

- Lady Diana sabe que no son las primeras personas con magia a las que les guardo el secreto- dijo Lancelot serenamente, a lo que Diana asintió en gesto de entendimiento.

- ¿Cómo así, Diana?- indagó Morgana sorprendida- ¿Hay alguien más con magia en Camelot del que yo no sé?

- Es un secreto que no me pertenece, hermana- aclaró Diana- En su debido momento, se te revelará. Y hablando de secretos- se acercó a ella y bajó drásticamente el tono de su voz-, es mejor que nadie se entere de lo que nos ha contado Morgause hasta estar seguras de que es la verdad.

- También lo había pensado- susurró Morgana, asintiendo- Por cierto, lamento que mi magia no haya sido muy útil durante la batalla.

- No te preocupes, apenas estás en la primera etapa- dijo Diana- El otro día casi quemas tus aposentos.

- Lo peor es que Uther sospechó algo y mandó aprehender a gente inocente- dijo Morgana molesta.

- Lo bueno es que no pasó a mayores- le recordó Diana- Además, recuerda que tus visiones resultaron útiles para salvar la vida de Arthur.

Morgana afirmó con la cabeza y sonrió, sintiéndose valorada pese a lo pesado de su don.

- Bien, hemos llegado a Camelot- les llamó la atención Lancelot.

- Merlín y Arthur estarán felices de verte- comentó Diana.

- No voy a quedarme. No seré bienvenido por su padre, mi lady- negó Lancelot.

- ¿A quién le interesa la opinión de Uther?- objetó Morgana desdeñosa- Tú vienes a visitar a los amigos.

- De acuerdo, mis ladys- dijo Lancelot, haciéndoles una gentil reverencia.

- Si vuelves a llamarme así, te golpeo- amenazó Diana y Morgana apoyó su opinión.

- De acuerdo entonces, Diana y Morgana- rectificó Lancelot.

Tal como Diana había predicho, Merlín recibió la sorpresiva visita de su mejor amigo con una gran sonrisa. Arthur también se alegró, e incluso compartió con ellos la cena que Gaius había preparado en honor al recién llegado, aunque no estuvo tan contento al verlo expresar poéticamente sus sentimientos ante Gwen, la dueña de su corazón, quien lucía más sonrojada con cada frase que le era dirigida por este. Enteradas de esto, Morgana y Diana molestaron a la pobre Gwen durante varios días para que se decidiera entre Arthur y Lancelot; pero este último, notando los sentimientos existentes entre el príncipe y la joven morena, optó por apartarse de su camino e irse de Camelot, entristeciendo bastante a Gwen y haciendo sentir mal a Diana, Morgana, Merlín y al propio Arthur, aunque regresó de vez en cuando para hacerles la visita a sus preciados amigos.