engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]

nice human;

-¿Quieres venir?- invitó JaeBum al menor.

-No quiero molestar, además ya me dijo que no estaba ahí- respondió tristemente.

-Realmente no es como que sea un rotundo no- acotó el mayor de ambos- quizá si este por ahi el traste.

-Espero y si, mi madre jura que me lo dio para llevarle comida.

-Igual fue una de las ultimas veces, vamos sube-invitó abriendo la puerta del copiloto.

Mark dudo un poco pero terminó por acceder.

Era la segunda vez que se subía al auto de su maestro, pero la primera vez en que veía tener un ánimo distinto, había encendido el estereo y era la primera vez que oía algo que no era música clasica de su parte, las notas bajas con ritmo, el ligero movimiento de los dedos de su maestro, y su dulce voz cantando apenas algunas partes de la canción.

Lucía tan relajado, a Mark le impresionó y se quedó mirando un par de segundos, antes de que volteara y le hiciera alguna de esas preguntas incómodas.

Sus dedos tocaron lentamente la mesa del comedor, y con la vista como filo se dedico a mirar en busca del toper de su mamá.

JaeBum lo había dejado solo en la cocina, pero era la primera vez de tantas en las que se sentía nervioso, negó y se preguntó porque estaba nervioso ni que le gustase su maestro y estuviese nervioso porque pasara una escena más dieciocho, porque eso sería más que absurdo. Con delicadeza comenzó a buscar en los estantes, dando por perdido el traste de su madre.

Escuchó pasos y luego la nevera ser abierta, volteó y miró a JaeBum con ropas mas hogareñas, sostenía un recipiente de comida y frunció su ceño.

-Oiga...- le llamó, JaeBum distraidamente lo miró y se quedó interrogativo ante sus palabras.

-Esto...- señalo el recipiente- No nada olvidelo no lo encontré

-Te dije.- respondió su mayor, pero Mark aun estaba observando el toper, si, ese mismo que sostenía entre sus manos era el que estaba buscando, pero no supo pedírselo, seguramemte si lo hacía sería raro, así que se limitó a solo dejarlo así y darlo por perdido, además de que se notaba que JaeBum apenas si tenía algunos recipientes.

JaeBum lo invitó a comer, ambos comenzaron una amena conversación, contando historias y discutiendo hasta ciertos puntos de clases, Mark estaba más interesado por saber acerca de su pasado, claro, quién no iba a estar curioso de ello, al menos a Mark le gustaba saber acerca del pasado de las personas, siempre se basaba en preguntar cosas que supiese que no tendrían un mal efecto en las personas.

Su maestro lucía bien consigo hablando de ello, dando su punto de vista y luego reflexionando al final casi dandole un pequeño sermón al menor.

Mark nunca pensó que sería tan interesante y entretenido hablar con alguien como él, le gustaba la manera en que contaba algo y cuando sabía que algo estupido iba a salir de sus labios se detenía en seco y decía "Ah, realmente era un estúpido, no hagas cosas como estas" para luego decir la tonteria que había hecho en su adolescencia.

Ya fuese trepar de un arbol para poder entrar a clases, y lamentablemente caer al suelo cuando lo intentó, o escribir un acordeon en su estómago y después darse cuenta que no podía alzar la camiseta porque estaba enfrente de su profesora.

-¿En serio no lo había pensado?- cuestionó con una sonrisa.

-Bueno...no cuando lo hice parecía buena idea- respondió entrecerrando sus pequeños ojos- solo trataba safarme de aquellas rejas, necesitaba llegar a clase, era un examen muy importante.

Mark soltó una carcajada.

-No puedo creer que haya ido a clases sin camiseta- se burló, haciendo que JaeBum también soltase una risa.

-Bien, era terrible- se mofó de si mismo.- pero no cabe duda que ese día conseguí muchos números telefónicos.

-Y seguramente también una visita a la oficina del director.

-También, pero al final se dieron cuenta que no mentía, fuimos ahí y efectivamente mi camiseta estaba colgada sobre la reja.

-Usted es todo un caso.- volvió a sonreír.

-Gracias.- sonrió de vuelta.

Mark nunca pensó encontrar algo de divertido y lindo en aquel profesor, siempre lo veía serio, concentrado en su trabajo, sin pasar la linea de alumno y maestro, hasta las ultimas fechas, se preguntó si era efecto de todo lo sucedido, aunque realmente era lo de menos, porque realmente sentía que había conseguido un nuevo amigo.

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