petit ami;

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"toma mi mano, deja que te guíe dentro de mi corazón".

Cena.

Su cabeza se movió de lado cuando escuchó a su ex esposo por la línea, rascó su cabeza y frunció su rostro.

-¿Para qué?- cuestionó sin entender las razones de Park.

-Bueno...- parecía que estaba reaccionando la idea.- me gustaría que Jackson y tú se llevasen bien...

JaeBum nunca en su vida se sintió tan extrañado por aquella petición, no había algo exacto que lo hiciera tener que atarse a la idea de verse obligado a convivir con ellos, porque si bien BamBam no era nada suyo directamente como para invitarlo a las reuniones de su trabajo, o si quiera tener un perro, como Milo el cual estaba siendo consentido por Mark, ni una relación con su familia, nada en absoluto.

-Yo...

-Quiero seguir tratándote JaeBum.- admitió.- no quiero pasar a tu lado y nos tratemos como dos extraños.

-Es que esto...

-Por favor.- rogó por la línea. JaeBum suspiró molesto, pensando en negarse, porque no deseaba verse envuelto en una cena incómoda, dónde seguramente iba a parecer una pelea y aunque no quisiera que fuese así sabía que pasaría.

-No creo...

-Vamos, por favor.- volvió a insistir, viéndose obligado a meditarlo.

-Bien. -Accedió, conocía demasiado bien a JinYoung, al punto de estar seguro de que nunca se iba a cansar de molestar hasta que aceptara.

-Gracias, después te mando los detalles.

Y colgó.

Se estiró, dispuesto a levantarse del sofá dónde había estado todo el rato para después animarse a salir dónde estaba la nueva casa para el perro, junto con Mark, el cual estaba divertido con el animal.

-¿Todo bien?- preguntó apenas lo vio, una sonrisa se asomó en los labios del mayor al verlo soltar pequeñas risas por el cachorro que se abalanzaba y lamía las mejillas de su alumno.

-JinYoung quiere que vaya a cenar con él y su novio.- habló mientras se hincaba, colocándose al nivel de ellos.

Mark alejó ligeramente a Milo y lo observó, buscando alguna señal molesta o irritada.

-Eso... es raro.

-Supongo.- se encogió de hombros.- pero si no aceptaba posiblemente hubiese venido a plantarse a mi casa para que aceptara.

-Ya veo.- una mueca se apareció en sus labios, sabiendo que no era algo de lo que estuviese feliz o cómodo de hacer.

-Me dijo que después me manda los detalles, así que... después te aviso.- le sonrió, dejándolo perplejo ¿Qué acababa de decirle exactamente? Vio como se levantó y optó por entrar a su hogar, Mark lo imitó de inmediato, siguiéndolo por detrás, esperando para poder preguntar.

Apenas entraron y se colocó frente a él.

-¿Después me avisas?- cuestionó, JaeBum sonrió.

-Claro, ¿Pretendes que vaya solo?- respondió, provocando que las mejillas del menor se colorearan de un ligero carmesí.

-Yo... bueno...- empezó a tartamudear.

Aún no había un título, ni un beso, nada de por medio, lo único que existían eran sentimientos desbordantes y frescos, los que daban el inició a un sinfín de posibilidades, miradas, coqueteos, nada más.

Ni siquiera habían entrelazado sus manos, nada, absolutamente nada, unas cuantas miradas y palabras no eran el significado de algo, y no era como que Mark lo pidiese pero al menos que tomase su mano o que lo besara era un gran y buena señal de algo. No entendía como había sido tan sencillo para él invitarlo a un asunto de tal magnitud.

-No te preocupes por ello.- habló, como si hubiese respondido a sus pensamientos.

Mark parpadeó un par de veces y luego su profesor siguió su camino hasta la nevera.

Iba a tener alguna especie extraña de cita con él, y no estaba seguro si debía preocuparse o saltar de la felicidad.

[...]

engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora