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Capítulo XIV

Let me sleep
I am tired of my grief
And I would like you
To love me, to love me, to love me.

This is the night when these woods sigh

Come with me
There are people who cannot speak
Without smiling.

ㅡYo me encargo, Robin ㅡdijo el psiquiatra al entrar a la habitaciónㅡ. Muchas gracias.

Robin se marchó una vez que había terminado de recoger el desastre del suelo con ayuda de una enfermera y el psiquiatra se sentó en el pequeño sofá de mi habitación.

ㅡ ¿Se encuentra bien, señorita Williams?

ㅡMejor ㅡsuspiré ㅡpero no puedo calmarme por completo.

ㅡTranquila, vengo a ayudarla. Lo que Robin le ha dado con el vaso de agua son unos calmantes, poco a poco va a ir recuperándose.

ㅡ¿Cómo me voy a calmar si acabo de ver mi propio cuerpo ser devorado por coyotes? Ahora no sólo es eso, sino que me largué de allí sin intentar ni siquiera ayudarme a mí misma, a mi cuerpo en el suelo ㅡcomenté y puse mis manos sobre mi cabeza ㅡEsto es absurdo.

ㅡCassandra ㅡme interrumpió el psiquiatra.

Era la primera vez que alguien en el hospital me llamaba por mi nombre como era realmente.

ㅡNo gana nada con preocuparse ahora y tampoco es el momento. No es tiempo de sacar conclusiones que no están claras, Cassandra.

ㅡ ¿Podría no llamarme por mi nombre? ㅡdije impetuosaㅡ A Erik le gustaba llamarme por mi nombre y realmente lo odio.

ㅡVale, no la llamaré por su nombre, pero, déjeme decirle que es una buena señal que usted le esté llamando finalmente por su nombre. Erik.

El psiquiatra colocó su mano en mi hombro y me estremecí.

ㅡUsted también puede llamarme por mi nombre si así lo prefiere.

Honestamente, en ese momento no me importaba su nombre, no me importaba en lo absoluto. Comenzó a hablar, a decir cosas para relajarme sin yo poder escuchar una palabra.

ㅡEsto no está funcionando ㅡdije.

ㅡBien, hagamos algo. Intente pensar en algo positivo, intente pensar en un momento que la hizo feliz.

Inmediatamente pensé en mi hermana, el primer recuerdo que tenía de ella. Estábamos en una plaza y ella soplaba burbujas de jabón mientras yo saltaba para tocarlas.

ㅡQuisiera ver a mi hermana ㅡmi respiración se controlaba, pero mi pierna derecha subía y bajaba rápidamente con nerviosismo.

ㅡAllison estuviera aquí si de ella dependiera ㅡmencionó el psiquiatraㅡ. Estoy seguro de que así sería.

ㅡLa odio ㅡsolté mientras mis lágrimas volvían a correr por mi rostroㅡ ¿Por qué no ha llamado, si quiera?

ㅡEscuché que es muy buena estudiante. Me gustaría que le echara un vistazo a su diario ㅡdijo mientras tomaba los folios sueltos de la libreta de Allieㅡ. Afortunadamente no se ha destruido nada importante, sólo unas hojas en blanco.

ㅡNo ㅡdije con la voz quebradaㅡ. No tengo ganas de leer las cosas que mi hermana escribía, quiero que esté aquí, que nos sentemos a charlar como solíamos hacer juntas y que sea ella misma quien me las cuente.

Allie era mayor que yo por ocho años. Cuando éramos pequeñas peleábamos como todos los hermanos, peleábamos por cosas tontas, pero al final del día ella iba hasta mi habitación las noches que no podía dormir. Era una cobarde. Cuando yo tenía siete y ella quince, todavía le temía a la oscuridad, entonces tocaba a mi puerta y nos quedábamos hablando toda la noche de videojuegos, de libros, del nuevo chico que conoció en la escuela y cosas como esas, aunque yo a esa edad no tenía ni idea de qué significaba la atracción entre un chico y una chica. Éramos amigas la mayoría del tiempo y la había extrañado tanto durante todos esos años en cautiverio. A veces, cuando era yo quien le temía a la oscuridad, me hacía falta tenerla cerca.