Capítulo 16; Una semana en Rusia con Rusia; 0.1 Convivencia de hermanos.

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Durante el trayecto, ambos estaban callados, nadie decía nada, México solo veía a través de la ventana las calles de Moscú. Eran hermosas sin duda alguna, ver a la gente tranquila por ahí pasando, disfrutando su día, ver como la ventana se empañaba. México en el fondo amaba los días fríos, le traía recuerdos de esa vez que nevó por los 90. A pesar de que no estuviera acostumbrado a la nieve ese fue el mejor día de su vida.
El eslovaco, por otra parte, pudo ver la sonrisa que se reflejaba en la ventana del latino.

-¿Te gusta?

-Todo es hermoso aquí. Todo tranquilo y pacífico...

-Son ventajas de lo que tendrías al hacernos socios -Se recargó poniendo ambos brazos detrás de su cabeza, con cierto aire de frivolidad.

Mientras pasaban varias calles más México pudo ver el Kremlin, sus ojos empezaron a brillar, le daba emoción y algo de náuseas (en el buen sentido) estar en un lugar con tanta clase. Pero al ver que el taxista seguía su camino su expresión cambió a una confundida.

-Rusia.

-¿Sí?

-Tu hogar... Ya lo pasamos.

-¿Te refieres al Kremlin de Moscú?

-Sí...

Rusia evitó no pegar una gran carcajada, el chico si que habia investigado de él, pero no creyó que fallara en el intento.

-No vivo ahí. No más.

-¿Qué?

-Llegué a vivir un tiempo con mi presidente, pero estar en ese lugar la verdad es algo estresante y horrible. Así que tengo una casa propia. Al igual que Alemania, solo voy cuando realmente necesitan mi ayuda.

México se sorprendió. Si Rusia no vivía en el Kremlin, ¿entonces dónde?

-Por eso te dije que de igual manera sería un viaje largo, ponte cómodo.

-Ugh... -Soltó un quejido mientras dejaba su cuerpo "flojear".

México seguía escuchando algo de música, no es que no quisiera hacerlo pero los temas de conversación entre Rusia y México habían terminado. Que de igual forma, no fueron tan relevantes, lo último que Rusia le dije fue: "mañana empezaremos a hablar sobre esos temas, hoy lo importante es que descanses."
Tenía su mirada perdida en la carretera, hasta que noto que el conductor dio vuelta en un pequeño camino donde todo a su alrededor eran pinos grandes.

-Uh... ¿Rusia?

-¿Qué pasa?

-¿Por qué vamos al bosque?

-Vamos a mi casa.

-¡¿Qué?! ¡¿Vives en medio de la nada?! -Exclamó, de todos los lugares en Rusia no creía que fuera un bosque. No le desagradaba, pero era el último lugar que México tenía en mente.

-Algo así... Llegamos.

El taxista paró enfrente de una casa algo pequeña, parecía una cabaña a decir verdad. Rusia y México bajaron, el latino solo veía como todo estaba lleno de arboles, literalmente todo daba sombra excepto por la casa del ruso, que estaba libre de arboles al menos 30 metros a la redonda.

El frío de nuevo empezaba a invadirle todo el cuarpo al mexicano, empezaba a maldecirse en nahuatl por no traer otros abrigos.

-México, de nuevo tienes frío.

-N-no, pa-para nad-nada -Respondió abrazándose a si mismo tratando de darse calor en vano.

-Ven, pasemos a cas- -El ruso paró al acercarse a su puerta y ver que estaba sin seguro.

«Esto no es Amor.»Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang