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París. La ciudad del amor.

¿Por qué de todas la ciudades que había en el mundo tenía que venir precisamente a esta? Lo sentía como un chiste cruel.

El CEO me había "dejado" venir al desfile de Céline para que me "distrajera", siempre había querido asistir a un desfile y este era perfecto porque no solo era un desfile común si no que ¡yo era una de las embajadoras de la marca!... Entonces ¿Por qué no estaba feliz?

Por alguna razón cuando subí a ese avión mi mente comenzó a sabotearme haciendo que me pusiera más ansiosa porque estar en el asiento sola, hacia más notorio que no tenía a las chicas a mi lado y que estaba por mi cuenta, ellas eran las que me mantenían estos últimos días aunque solo se conformaban con que las dejara entrar en la habitación y que accediera a comer. Así que cuando el CEO había dicho que tenía que venir yo sola, no habían insistido mucho y me alentaron a que viniera con la esperanza que por fin saliera de mi cama. No las culpaba, mi estado no daba para más y hasta yo lo sabía.

La noche antes del desfile, me había quedado en cama con la gran ventana abierta.
Por alguna razón me calmaba la luz tenue que entraba por ella y me hacía ver con claridad la habitación en la que estaba. Recordé el día en que Jungkook había viajado hasta mi solo para estar un día entero viendo películas y preparando la cena, la calidez de su cuerpo cuando me abrazaba mientras dormía y ese rostro tan perfecto que tenía, en perfecta calma, esa noche me había dedicado a admirarle y ahora ese acto me cobraba factura.
Me encogí entre la sábanas, el recuerdo era tan hermoso que dolía. Me preguntaba cómo estaba, si el lo estaba llevando mejor o peor que yo, si los chicos lo apoyaban tanto como las chicas a mi, si podía dormir por las noches o si el también recordaba las reuniones en el apartamento de BamBam que nos hicieron llegar a este punto.

Todo se resumía a preguntas sin respuesta.

Tomé mi celular y entré a mi instagram, al público. Solo había fotos y videos míos en el aeropuerto. Estuve a punto de buscar la cuenta privada de Jungkook pero me detuve, suspiré y bloqueé el celular para dejarlo en la mesita de noche. Eso sólo lo haría más difícil. Desde que me hicieron cortar comunicación con el había tenido ese impulso de buscarlo pero justo antes de hacerlo algo me detenía, estaba segura que era la poca cordura que me quedaba pidiendo a gritos que la salvara.

No supe en que momento me quedé dormida pero cuando abrí los ojos el sol entraba en su máximo esplendor por mi ventana. Escuchaba ruidos qué parecían porvenir de la sala de estar de la habitación. Supuse que ya era hora, por fin me expondría al público y más me valía tomar fortaleza si no quería desplomarme frente a todo mundo.

Me levanté, tomé el suéter 3 tallas más grande que normalmente usaba por comodidad y salí.

- Oh, Lisa - Exclamó Maeng en cuanto me vio salir. - llegas justo a tiempo para empezar a prepararte - observé la mesita llena de maquillaje. La habitación estaba llena de personas que al verme hicieron una pequeña reverencia y continuaron con lo que estaban haciendo.

- Lalisa, los atuendos están listos - un hombre de mediana edad me señalaba un estante lleno de ropa, aún no tenía en mente que usaría así que me acerque.

-Esto se te vería grandioso - sacó un vestido azul marino, era manga larga y tenía detalles de encaje.

- No me apetece usar un vestido - le dije con una cara de tristeza al ver el vestido, era realmente hermoso pero no estaba de humor para ello. Los vestidos, al usarlos, llevaban cierto compromiso implícito, no estaba lista para lucir "radiante".

- ¿Que te parece un traje de una pieza? -
Negué con la cabeza, antes que sacara algo más y tomé unos Jeans junto con una camiseta blanca que estaban al inicio del estante.

Serendipity • LizkookWhere stories live. Discover now