PROMETO

Capitulo 16: Sueños negros

Era sábado por la tarde y llovía en Santa Clara. Alex y yo nos pasamos la tarde mirando películas, entre besos y caricias. La noche llegó y le suplique que me deje cocinar ya que el día anterior lo había hecho él y esa mañana el desayuno. Aceptó a regaña dientes. Pero, en fin, aceptó. Mientras que preparaba algo simple para ambos, hablábamos de cualquier cosa y me moría por hacerle una pregunta que para mí era bastante importante pero no me animé.

Quería saber que consideraba él de nuestra relación, qué era yo para él. En poco tiempo, nuestra relación había avanzado y mucho y eso me gustaba, me sentía bien con Alex, como no me sentía hacia bastante, aunque la duda me carcomía. No me anime a hacerlo por miedo a lo que pudiera llegar a responder y sin tener un titulo para "nuestra relación" un tanto extraña, estábamos bien con eso y creía que no necesitábamos una etiqueta de "novios", "amigos" o algo así.

- ¿Qué piensas hacer cuando termines la escuela?- preguntó

- No lo sé. Quiero estudiar pero no sé bien qué- conté, estaba muy confundida con respecto a eso, no sabía que quería estudiar. Mis padre querían que elija algo que me una al negocio familiar como; marketing al igual que mi madre, pero no estaba segura que iba hacer.

- Tendrías ser detective, ya que te gustan los interrogatorios. Podrías trabajar interrogando a los sospechosos con la policía- sugirió en chiste y reí.

- No creo que eso sea lo mío

- Podrías sorprenderte- dijo con un guiño, sonreí

- ¿Y tú? ¿Terminaste la escuela?- pregunté

- Si, lo hice. Pero nunca estudie nada, me metí muy de lleno en las carreras y en los trabajos que nunca tenia tiempo- contó

- Deberías estudiar algo- sugerí

- Tal vez. Ian quiere que estudiemos algo juntos para que se nos haga más fácil estudiar, nunca encontramos el momento

- ¿Cuánto haces que conoces a Ian?- pregunté

- Desde que tenía unos 6 años, sus abuelos vivían aquí en el pueblo. Sus padres murieron y él tuvo que venir con ellos, mis abuelos y los de Ian eran amigos, así que lo traían todas las tardes a jugar conmigo. Nunca más nos separamos, es como el hermano que nunca tuve y yo para él igual.- contó- ¿Y tú? ¿A tus amigas?- preguntó

- Nos conocimos en el jardín de infantes, de ahí se hicieron parte de mi vida. Años después conocimos a Felipe y se hizo parte del grupo.

- Ah. Sí. Bueno. Con respecto a él no me cae bien, así que ten cuidado- advirtió

- ¿Qué tienes en contra de Feli?- pregunté

- ¡No viste la forma en que te mira!- dijo. Estaba celoso

- No

- Parece que va a comerte con sus ojos

- Alex ¿estás celoso?- pregunté

- ¿Celoso? ¿Yo? No digas pavadas y ten cuidado- dijo y siguió comiendo como si nada. Si, Alex estaba celoso de Feli, pero lo que él no sabía era que a mi amigo le gustaba mucho Avril, pero nunca se animo de dar el paso a decir por miedo que ella no quiera saber nada con él y nuestra amistad termine.

- Me gustas cuando te pones celoso- susurré con una sonrisa pero no me miro "Porque estaba enojado" ¡Ay Alex, Alex!

Terminamos de comer y ya era tarde así que decidimos ir a dormir, sin antes llamar a mis padres. En la mañana iríamos a ver las rosas, si el tiempo estaba más lindo; ya que a la tarde tendríamos que volver para estar en casa al anochecer.