Aun puedo ir a su casa

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Esto sucedió cuando Saito estaba estudiando en la escuela preparatoria. En el momento en que se alojaba en los dormitorios escolares.

El verano estaba llegando a su fin, y los estudiantes acababan de completar un examen de prueba importante. En la celebración un grupo decidió ir a un edificio abandonado en una montaña detrás de la escuela. Habían rumores de que un estudiante de secundaria se suicidó allí, y cuando el grupo llegó a la casa, vieron que era aparentemente un destino popular como el lugar era un desastre y no se sentía raro en absoluto.

"Hemos venido hasta aquí, y no pasa nada", uno de los estudiantes se quejó, pero sólo después de que estaban seguros de que nada estaba fuera de lo normal. Los cuatro decidieron regresar a los dormitorios donde luego fueron a la habitación de Saito para pasar el rato. Mientras estaban sentados en la sala pequeña, el teléfono de Araki comenzó a sonar.

"Lo siento, yo no estaba en casa cuando llegaste de tan lejos para jugar conmigo. Me dirijo allí ahora mismo. "Araki escucho lo que la voz al otro lado de la línea dijo e inmediatamente salió corriendo de la habitación. Nakayama y Yasuda comenzaron a huir también, y Saito salió después de ellos. Echó a correr por el pasillo cuando su teléfono sonó de repente.

"No voy a dejar que te escapes, Saito." La voz que llenó su oído estaba llena de tanta rabia que se sentía como si le pesaba.

Saito hizo todo lo posible para esconderse de lo que sea que lo llamara, incluso el cambio su número de teléfono móvil. Sin embargo, sus estudios decayeron durante bastante tiempo después de que los acontecimientos tuvieron lugar ese día. La fecha de la prueba se acercaba más y más, y una vez que llego el día se olvidó completamente de la llamada telefónica.

Cuando la primavera llegó, él estaba encantado de aprobar el examen de ingreso para la universidad en la que quería entrar. Se mudó a un apartamento e instalo todo, incluyendo un teléfono fijo con un contestador automático.

Un día, salió y se sorprendió al ver la luz roja parpadeante en la contestadora cuando regresó. Aplastó el botón y recibió su primer mensaje:

"Puede que haya pasado un largo tiempo, pero todavía puedo ir a tu casa."

El libro de tu mama en tangaWhere stories live. Discover now