-Capítulo 11-

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Me sorprendió ver la televisión encendida, recordé que habían atracado la casa antes y me asusté, ¿un ladrón sin televisión que se aprovechaba de otros para ver la tele? Encendí la luz asustada y me encontré a Mateo acostado en el sillón. Respire aliviada, mi mirada aún así era de tristeza al recordar que él había pensado tan mal de mí. Le di el biberón a David y lo coloqué en el carrito. Abrí un armario y saqué una manta de algodon con la que tape a Mateo, quite su móvil del sillón pues se había quedado dormido sobre él y lo había hasta babeado, lo limpié un poco y la pantalla se activó sola. Era una foto mía con los pequeños. Sonreí y volví a apagarla, lo puse al lado del mando a distancia y apagué la televisión. Emiti un suspiro enorme

Mateo: gracias... -Escuché tras mí. Me giré a Mateo que me miraba bajo la manta-

No me vi capaz de responderle, podría echarme a llorar en ese momento así que solo asenti. Cogí a David en mis brazos y me dispuse a volver a la habitación cuando la voz de Mateo volvió a sonar, paré en seco

Mateo: Karen, te quiero... Y perdón

No respondí, suspire lo suficientemente alto como para que me escuchará y volví a caminar

Al recordar que habían intentado robarme quise asegurarme de que los niños estaban bien, así que los llevé a los dos a mi habitación

Yo quería dormir pero David no estaba por la labor, cuando conseguí dormirlo empezó a llorar Matías

Karen: dios... -Susurre poniéndome de pie para llevarlo a comer. Cuando de las sombras apareció Mateo-

Mateo: yo lo haré... -Susurró quitandomelo de las manos-

Yo permanecí sentada inmóvil escuchando desde arriba los pasos que daba Mateo. Después volvió a subirlo y estuvo un buen rato meciendolo entre sus brazos

Mateo: ¿te importa que duerma aquí o prefieres que duerma en el sillón? -Me susurró-

Karen: no me importa... -Me animé a decir- ¿dónde fuiste antes?

Mateo: a poner una denuncia... -Puso a los dos bebés en el centro y se acostó al otro lado-

Karen: ah... Pensé que te irías... -Mateo suspiró-

Mateo: eres tú la que está arriesgando demasiado mientras yo solo me quejo, debería callarme más

Karen: buenas noches...

Mateo: buenas noches amor

......................................

Me desperté antes que ellos, bajé a hacerme un café. Había dormido de 4 a 9 de la mañana, más de lo que me esperaba

Entré en el salón con la intención de ver la tele cuando algo que estaba tirado en el suelo llamó mi atención, una de las fotos de nuestra boda estaba quemada por varios sitios. Mi taza de café se resbaló de mi msno y se esparcio por el suelo. Miré alrededor, había otra foto, una de mis hijos sin quemar...

Karen: ¡Mateo! -Grité fuerte-

De pronto unos pasos rápidos sonaron en las escaleras y Mateo apareció en la puerta del salón

Mateo: ¿qué ha ocurrido?, ¿te has caído?

Karen: no... -Le enseñe las fotos- mira... -Se sentó a mi lado, justo por donde no había caído el café y agarró las fotos- ¿has sido tú?

Mateo: no, ¿cómo voy a...? -Miró el álbum y se levantó a mirarlo. Faltaban varias fotos- hay que llamar a la policía. Ya es la segunda vez

Él empezó a caminar por toda la casa mientras hablaba con la policía, yo recogía algunas cosas que veía por los suelos y pasé una fregona por el café que había tirado. Mi móvil sono varias veces sobre la encimera, sabía quien era pero no iba a contestar hasta haber hablado antes con Mateo

Mateo: dicen que no vienen, que solo son fotos. Es estúpido

Karen: lo se. -Dejé la fregona y lo miré seriamente- creo que debemos hablar

Mateo: sí... Antes que nada pedirte disculpas por llamarte p*ta, se que no lo eres y sé que ellos son mis hijos... No sé por qué dije todo eso

Karen: yo... Lo siento por no haberte contado lo de Julen. Pero debes de comprender que son veinte mil pesos que necesitamos...

Mateo: no quiero que bailes para él... -Interrumpió-

Karen: pero Mateo... -Volvió a interrumpir-

Mateo: los problemas han llegado por su culpa. -Me quedó callada y miro a sus ojos-

Karen: serían absurdos bailes que acabarían en veinte mil pesos al mes. No sé si tengo comida suficiente como para que los niños coman 3 días más y andamos cortos de pañales. Necesitamos esos veinte mil pesos, si vemos que sigue a mal... Dejo ese trabajo

Mateo se quedo callado durante un tiempo, finalmente bajó la cara y me dio la razón. Besé suavemente su mejilla y fui a por mi móvil. Busque el nombre de socio, marqué y esperé a la respuesta

Julen: has tardado en llamar

Karen: al contrario de tú en contarle todo a Mateo. -Dije fría- acepto tu trabajo

Julen: ¿en serio? -Rió- ¿tu marido se da por vencido?

Karen: no te importa, tienes lo que quieres, ¿no?. Ahora pongamos limites

Julen: adelante, señorita

Karen: no me puedes tocar por dentro de la ropa, ni tocarte y queda terminantemente prohibido besarme. -Amenace-

Julen: ahora hablo yo... -Rió- si decides portarte bien conmigo e ir con menos ropa tendrás tu recompensa en dinero. -Suspire ahogada-

Karen: ¿cuando empiezo?

Julen: hoy, estoy muy solo en casa y me gustaría gozar de una compañía como la tuya, ¿a qué hora te viene bien?

Karen: tu eres el jefe... -Musite fría-

Julen: es verdad, no tengo por qué ser caballeroso contigo... A las 9 en mi casa, ya sabes...

Karen: ok. -Colgué la llamada tan rápido como pude y dejé el móvil en una esquina-

¿Cómo puede ser que una persona como Julen, que era el mejor que había pudiera convertirse en un moustro?

Monster -Mateo Palacios y Karen Watson (3ra temporada)- FanfictionWhere stories live. Discover now