-Capítulo 60-

293 12 0
                                    

Karen: Manu se instaló los tres primeros meses después de que te fueras de casa, gracias a él conseguí mi discoteca... Y bueno, se liga bien tras la barra.

Mateo: ¿Ligas mucho allí? -Dijo sin expresión-

Karen: Solo hasta que enseño mi anillo, es un imán antihombres - Dije enseñándolo con todo el glamour-

Mateo: Es decir, ¿no hay hombres en tu vida? -Le sonreí-

Karen: Tengo a estos dos granujas, no me hace falta más... ¿Y tú?

Mateo: Pues la verdad es que cuando me fui a casa de mi madre solo me dediqué a buscar maneras de conseguir dinero y ahí a lo del divorcio, te pagaré mensualmente. No salí con mujeres, solo aquella noche en la que me viste... Solo era una tapadera, después de tanto tiempo quizás tu tuvieras a tu pareja y no quería ir solo.

Karen: No necesito dinero... Ni la manutención. Puedes guardar el dinero para ti o para cuando los niños estén contigo

Mateo: Pero quiero dártela...-Susurró- Es por ellos por lo que lo hago.

Karen: ¿No era por el peso de la culpa?

Mateo: Y por el dinero para ellos. -Suspiré ahogada. Me giré para él cuando aparqué delante de la tienda-

Karen: Te he echado de menos...-Susurré- Me alegra al menos que no hayan problemas entre nosotros y que los niños nos puedan ver juntos.

Mateo: Yo también te he extrañado. Más de lo normal -Dijo con dolor reflejado en la cara- Siento no haber estado ahí cuando más me necesitabas.

Karen: Eso ya da igual... -Dije abriendo la puerta de mi coche y saliendo de él. Cuando cerré la puerta él aún seguía dentro sin salir-

Saqué a uno de ellos y él, cuando se encontró con fuerzas para salir, cogió al otro.

Mateo: ¿Qué tienes que comprar? -Preguntó caminando más lento que yo-

Karen: Un paquete de pañales y algo de comida -Dije sacando mi móvil. Cuando lo fui a guardar sonó. Far East Moment. Mateo abrió los ojos sorprendido por el tema que tenía de tono de llamada. Miré la llamada, era mi madre- ¿Mamá?

Rosdeli. ¿Has hablado con Mateo? Hoy salió muy temprano y no lo he visto más.

Karen: Está aquí, irá más tarde...

Rosdeli: ¿Estás con él? -Su voz salió sorprendida-

Karen: Sí, mamá...

Rosdeli: Oh, me alegro... -Suspiró- Pues... Me alegro.

Karen: De acuerdo...-Colgué la llamada.- ¿Sabes, Mat? Mi madre se preocupa demasiado por ti, deberías tenerselo en cuenta.

Mateo: Y mi padre por ti, siempre está preguntando por tu estado y muchas veces cuando me levanto y veo que no está sé que se ha ido a tu casa... Aunque a mí ya no me habla.

Karen: Lo sé...-Le miré mientras intentaba coger un paquete de pañales- Se ha portado muy bien.

Mateo: Te ayudo...-Se alargó y lo cogió sin problemas-

Karen: Oh, muchas gracias, caballero -Me reí. Sonrió. Seguimos yendo por los pasillos en silencio mientras yo cogía algunas cosas-

Mateo: ¿Por qué no me pediste el divorcio?

Karen: De una forma u otra...-Dije sin mirarlo- Corría por mí la esperanza de que todo volviera a ser como antes.

Mateo: ¿No te has sentido sola?, ¿No has tenido la necesidad de buscar otro hombre? -Dijo sin esperarmelo. Me di la vuelta a mirarlo-

Karen: Sola me siento todos los días de mi vida cuando ellos duermen y yo me siento en el sillón a ver cómo pasa el tiempo hasta que me entra el sueño y me quedo dormida. Siendo sincera, me podía más la idea de que volverías que la necesidad de conocer a otro hombre. Cuando llegó la carta de divorcio a mi casa... Me derrumbé y lo único que me mantenía tranquila era ir a la discoteca, encerrarme en la zona vip mientras veía la sala de abajo abarrotarse de personas... Hasta que un día no muy lejano al de hoy te vi allí, con esa chica

Mateo: ¿No bebías?

Karen: Me estoy medicando, ¿no me ves más feliz? Esas pastillas son la bomba.

Mateo: ¿Pastillas?

Karen: Ansiolíticos, con receta... No soy drogadicta. Me dejan pasiva y lo veo todo de otro color.

Mateo: Ah...-Suspiró-

Karen: ¿Tú no te has sentido solo?

Mateo: Sí... -Pasó su mano por la cara. Intentó ocultar las lágrimas pero no pudo- Lo siento.

Karen: ¿Qué sientes?

Mateo: Ponerme así, no quiero parecer un sentimental pero... No creí que fueras a ser tan buena conmigo. -Apoyé mi mano en su hombro y le sonreí-

Karen: Te voy a meter un bofetón con toda la mano abierta en el tronco del oído como vuelvas a soltar una lágrima que la vas a flipar, ¿entendido?

Mateo: Niquelado... –Sonrió-

Pasamos la compra por caja y nos metimos de nuevo en mi coche, conduje tranquila. Sin prisas... Nos pusimos en el parque más cercano sentados sobre una manta. Le di una coca-cola que había comprado y le dimos de comer a los pequeños un yogur de frutas.

Karen: Esta noche trabajo... ¿Quieres quedarte con ellos?

Mateo: Pero en casa no hay cunas, las quitaron todas para hacerme espacio y montarlas será un aquelarre.

Karen: Quédate en mi casa... Osea, nuestra -Me reí- Hasta que nos divorciemos todo lo tuyo será mío -Me burlé, él se rió también- Puedes quedarte con todo... -Dije al fin-

Mateo: No, tuyo... -Pasó su mano sobre la mía- Y de ellos. Entonces, ¿Me puedo quedar?

Karen: Sí, sí... Pero con una condición...

Mateo: ¿Cual?

Monster -Mateo Palacios y Karen Watson (3ra temporada)- FanfictionWhere stories live. Discover now