-Capítulo 43-

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-Narra Karen-

Julen. Grita... -Dijo y en ese momento embistió contra mí con tanta fuerza que escuché como el cabezal de la cama se estampaba contra la pared. Mordí mi labio y ahogué el grito- No lo ahogues, nena, házlo...

Dijo y volvió a embestir contra mí, no sé si mi rechazo a él hacía que cuando entrara en mí me doliera el doble. Así que no pude aguantar más y solté un pequeño gemido que a él hizo disfrutar, pero los gemidos empezaron a salir por mi boca descontroladamente y su control despareció. Cada vez me dolía menos, pero tenía más ganas de que acabase. Él no estaba por la labor de que eso terminase, parecía estar perfectamente entrenado para hacer de ese momento eterno.

No separó su mirada de mis ojos durante todo el tiempo. Sus manos jugaban a empujar mis caderas con fuerza mientras besaba mi cuello jadeante. Entonces lo sentí parar, se dejó caer en mi pecho y respiraba profundamente. Ahogado. Yo perdí la respiración de nuevo en un sollozo que me hizo evitar su mirada. La última vez que esto había pasado, fue la semana anterior a mi boda con él, desde entonces no había vuelto a sentir la necesidad de tenerlo. Recordé a mi amigo, a mi Julen y me entró aún más nostalgia... Ahora tenía a un monstruo enorme apoyado en mi pecho... Y Mateo, ¿Cómo estaría Mateo? ¿Estaría más tranquilo? Quizás Manu le hubiera dado un tranquilizante y se habría ido a dormir. Quizás estaba en casa viendo la tele mientras se retorcía de dolor.

Mateo, nunca podría haber querido a nadie más que a él. Él estaba sufriendo mucho por esto, seguro que aunque lograra dormir, soñaría con esto y se despertaría en mitad de la noche, miraría hacia mi lado y se daría cuenta de que no es una pesadilla, yo estaba con él. ¿Haría alguna locura? No, no sería capaz, sabe que sin él me mataría... "Mateo, me gustaría estar contigo ahora" pensé para mí misma mientras le daba la espalda a Julen que se había tumbado a mi derecha.

Mis lágrimas empezaron a resbalar por mí mientras me sentía vacía, sucia y asquerosa... Más aún cuando Julen se abrazó a mí por la espalda.

Julen: Ha sido genial...-Admitió. Yo me negué a contestar- ¿Estás bien?

Karen: ¿Cómo debería estar?

Ahora era el quien callaba, suspiro y un minuto después ya estaba dormido, mientras yo aun luchaba con mi subconsciente que me recordaba en la puta que me había convertido. Acabe por esconderme de mis miedos recordando que, al menos, no perdería la casa

Monster -Mateo Palacios y Karen Watson (3ra temporada)- FanfictionWhere stories live. Discover now