-Capítulo 23-

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Me acosté mirando hacia la ventana. Julen aún se estaba bañando. No quería quedarme allí, pero no llegaría andando ni en diez horas. Respiré hondo y cerré los ojos. ¿Qué estaría haciendo Mateo? ¿Cómo estarían mis hijos? Eran preguntas que me atormentarían la noche.

Cuando Julen salió del baño yo mantuve los ojos entrecerrados. Iba tapado con una toalla a la cadera.

Julen: ¿estas dormida? –pregunto con voz fuerte-

Karen: no...

Sacó unos boxers de un cajón y se los paso por las piernas sin quitarse la toalla. Después se acostó en la cama. Pasó un brazo por mi costado y me atrajo a él.

Julen: Antes te gustaba que te abrazara, decías que solo yo sabía abrazarte de esa manera.

Karen: Las cosas han cambiado -Dije separándome un poco de él con la intención de no tocar su cuerpo-

Julen: Porque tú quisiste que cambiaran... -Musitó- Y sólo tú puedes hacer que vuelva a ser como antes -Suspiré y pasé mi mano por mis ojos-

Karen: No quiero, estoy feliz con lo que tengo.

Julen: ¿Un marido mujeriego y dos hijos que gracias a mí comen?

Karen: ¿Gracias a ti? -Reí sarcástica- Tú a mí el dinero no me lo regalas, tengo que ganarlo...

Julen: Podría pagarte menos, con lo que me gasto en ti me podría pagar tres prostitutas...

Karen: ¿Y por qué no lo haces?

Julen: Por joder a Mateo. Me encanta ver como se retuerce de odio cuando me ve... Y en cierto modo me gusta tocarte.

Karen: Ah... -Fue lo único que dije-

Las dos siguientes horas las pasé pensando pero finalmente me quedé dormida. Al abrir los ojos a la mañana siguiente, me había apoyado en Julen para dormir pensando que era Mateo. Tan rápido como me di cuenta me separé de él.

Él pasó su mano sobre mí y rápidamente volví a rehuir de sus brazos hasta salirme de la cama y acostarme en el frío suelo. Era muchísimo más agradable que estar en la misma cama que él, aún así no pude consiliar el suelo hasta que él se despertó.

Julen: ¿Qué haces ahí?

Karen: tenia calor... -menti sin levantarme-

Julen: ¿quieres desayunar?

Karen: La verdad es que no... -Busqué la manera de parecer dulce y puse una cara de pena- Hecho de menos a mis hijos

Julen: el camino el largo, creo que será mejor que tomes algo antes de salir –se levanto de la cama y empezó a hablar por el telefonillo que había en la entrada-

No tuve ni una llamada del numero de Mateo, pero si una de Manu. Mire a Julen que estaba vuelto de espaldas, ¿se enfadaría? Supongo que no, al fin y al cabo no estaba hablando con Mateo. Marque el numero y apoye suavemente el móvil en mi oído

Manu: Karen, por fin llamas –un suspiro se escucho tras el móvil-

Karen: ¿Qué ocurre?

Manu: a David le ha subido la fiebre repentinamente esta noche, Mateo y tus padres están en el hospital materno infantil

Karen: ¡¿Qué?!, voy para alla

Asustada apague el móvil y busque el traje por todas partes. Lo cogi del suelo y me lo puse

Julen: ¿A dónde te crees que vas? –lo escuche decir agarrando fuerte de mi muñeca-

Karen: a la ciudad, mi...

Julen: no saldrás de aquí sin mi permiso, ¿entendido? –apreto mas fuerte- te vas a quedar aquí hasta que desayunes

Karen: Julen, joder...

Julen: ¿te pones de tonta? –se aproximo a mi y posiciono sus manos sobre mis hombros- ¿Qué es tan urgente?, ¿tu marido se ha enfadado porque has dormido con otro hombre?

Karen: ¡Que te follen, Julen! ¡Mi hijo está ingresado! -Dije con lágrimas en los ojos. Cuando empezaron a resbalar por mis mejillas Julen empalideció- ¿Me vas a volver a hacer otro moratón? ¿me vas a pegar?, me da igual, házlo, pero déjame ir con mi hijo.

Cogí mi móvil y salí de la habitación sacándome las lágrimas y corriendo fui a la parada más cercana de autobús. Miré el siguiente autobús y era dentro de media hora y me dejaría cerca de mi casa, tardaría demasiado en llegar al hospital. Suspiré cuando el sonido de un claxon sonó tras mí. Giré.

Monster -Mateo Palacios y Karen Watson (3ra temporada)- FanfictionWhere stories live. Discover now